Por Micaela Melgar
En esta legislatura Ruiz integra la comisión de Educación y Cultura de la Cámara de Representantes, y además está muy comprometido con las comisiones de Bienestar Animal, -creada a instancia de su solicitud en la pasada legislatura- y con la comisión de Medio Ambiente, que también integra. Desde allí tiene planificado impulsar dos proyectos; uno sobre tenencia responsable y bienestar animal desde la prevención; y otro, sobre el cese definitivo de animales en cautiverio. Sin embargo, piensa que el mayor desafío que tiene la bancada de Unidad para los Cambios es frenar «todo intento de retroceso en materia de derechos adquiridos».
Conversamos con el diputado de Flores sobre la realidad de su departamento y la situación actual del país.
-En el marco de la situación sanitaria, económica y social del país ¿qué debería hacer el Parlamento?
-Debe acompañar las verdaderas urgencias de la gente, debemos enfocarnos en aquellas cuestiones que necesiten un tratamiento legislativo para su rápida implementación, para ello considero sumamente ubicado y pertinente los planteos que se han hecho desde nuestra bancada y desde nuestra fuerza política. Todos ellos surgieron de amplios debates con base científica pero con una mirada netamente humanitaria, buscando poner el centro en la población más vulnerada, que es aquella que queda siempre sumamente desprotegida en los gobiernos de derecha, y en este no es la excepción.
-¿Cuál es el mayor impacto de esta crisis en Flores?
-En nuestro departamento dejó en evidencia realidades que a simple vista habían pasado desapercibidas por las autoridades locales. Aumentó casi al doble el número de personas que se acogen al almuerzo en comedores públicos y también en las Escuelas. También quedó al descubierto problemas edilicios de diversa naturaleza. Pero lo que rescato, es la apertura al diálogo del actual intendente Diego Irazábal, que llamó a una mesa extraordinaria a todas las fuerzas vivas del departamento (incluidas la Junta Departamental, Alcaldía de Ismael Cortinas, Centro Comercial, Representantes Nacionales, Pit-Cnt, etc), lo que demuestra una gran apertura y una diferencia total con el ex intendente Echeverría, donde prácticamente no existía diálogo con la oposición y no se fomentaban instancias de desarrollo de políticas departamentales con los actores del departamento.
-En pocos días se viene la discusión del proyecto de la ley de urgente consideración en Diputados ¿cómo se valora esta situación?
-Como una falta total de criterio por parte de un gobierno que antepone el tratamiento legislativo de cuestiones que –claramente- no son de urgencia, cercena y mutila la posibilidad de diálogo (no solamente legislativo) sino el más importante: el diálogo social. En un estado de emergencia sanitaria, con aumento de los guarismos de desocupación, con pérdida notoria de salario real (debido a las políticas económicas que ya se comenzaron a implementar), con los gremios y colectivos imposibilitados de toda manifestación, es aberrante para una democracia plena, que el gobierno presente un proyecto con más de 500 artículos a discutir en 90 días, que en realidad se van a convertir en 45 con suerte.
-¿Cómo se articula este escenario con la campaña departamental?
-Desde que se declaró la emergencia sanitaria, la campaña pasó a tercer o cuarto plano. En nuestro caso, detuvimos todas las acciones políticas partidarias para abocarnos de lleno a las necesidades de nuestra gente. Nos pusimos a total disposición de la Intendencia local y los organismos de nuestro departamento, buscando la mejor manera de hacer frente a esta crisis y buscar la mejor salida. Con nuestros compañeros hemos acompañado y apoyado algunas ollas populares que han surgido de forma espontánea.
-¿Cómo es ser un diputado del interior del país?
-El diputado del interior tiene múltiples funciones, que tienen más relación con el rol de Representante y contralor que con el de Legislador, ya que los representados –en los departamentos del Interior- son muy exigentes en cuanto a la demanda de información constante y exigen del Diputado que actúe como nexo entre la gente y el gobierno, y muchas veces se cae en el riesgo de trabajar como una gestoría. Evidentemente eso es bueno porque nos exige estar informados de todos los temas que se tratan en el Parlamento y no enfocarnos exclusivamente en los temas de nuestra comisión, y por otro lado te da una enorme cercanía con la gente. Es realmente un trabajo de tiempo completo. Hemos optado por conocer de primera mano las necesidades y potencialidades de nuestras Instituciones, por eso nuestra primer tarea es recorrer los diferentes organismos para escuchar e intercambiar con las diferentes autoridades locales.
Entendimos que no podíamos representar aquello que no conocíamos, la decisión fue buena y acertada ya que en algunos lugares, incluso nos dijeron que era la primera vez que los visitaba un Diputado. Esto nos ha permitido mantener esa cercanía con nuestros vecinos y conocer de primera mano sus necesidades y fortalezas. De esta manera es que gestionamos la inversión más importante de los últimos años para nuestro departamento: la obra de la tubería de impulsión desde el arroyo Porongos hasta la ciudad de Trinidad. Un proyecto de 3 millones de dólares sumamente necesario para nuestra gente que se tendría que haber realizado mucho tiempo antes y sin embargo fue gracias a nuestro trabajo de gestión entre las autoridades locales y nacionales que finalmente se concretó y está a punto de finalizar. De esta manera, la ciudad de Trinidad va a poder contar con agua potable sin cortes los 365 días del año, que además es una obra sumamente democratizadora ya que beneficia por igual a todos los habitantes de la ciudad.
-Además de diputado es músico, ¿cómo se complementan esos mundos?
-Si, la música y la docencia han sido mis otras pasiones. En el año 1996 formamos un grupo de rock que se llamaba “Tercer Mundo”, hacíamos canciones denominadas “de protesta” y llegamos a tocar en un acto que se hizo en el obelisco apoyando en aquel momento la ocupación de los liceos por parte de los estudiantes. Más adelante, con mi hermano formamos un dúo de canto popular, que denominamos “Chamangá”, ya que en ese paraje de mi departamento nació el Bebe Sendic. Editamos dos discos (uno junto a Pepe Guerra, con quien grabamos el tema “La muerte”) y recorrimos todo el país y parte de Argentina. Tuvimos la suerte de compartir escenario con Larbanois & Carrero, Pepe Guerra, El Zucará, Numa Moraes, El Sabalero, Estramín y muchos más. Desde que asumimos nuestro lugar en la banca abandonamos la actividad musical, pero es una cuenta que me queda pendiente y que en algún momento pensamos retomar.