20201107 / URUGUAY / Montevideo / Con motivo de su 100 aniversario, el Partido Comunista del Uruguay (PCU) realizó un acto en el Velódromo Municipal. En la foto: Juan Castillo durante el acto del Partido Comunista del Uruguay (PCU) por su 100 aniversario, en el Velódromo Municipal. Foto: Santiago Mazzarovich / adhocFOTOS

“Los cambios se militan”

Entrevista a Juan Castillo hacia el XXXII Congreso del Partido Comunista de Uruguay

El último fin de semana de mayo el Partido Comunista del Uruguay (PCU) concluirá su proceso congresal, en las sesiones finales del XXXII Congreso una cifra cercana a mil delegados y delegadas comunistas de todo el país debatirán en base a las bases de discusión, realizarán un análisis de la realidad, un balance de la militancia y definirán sus líneas políticas para los próximos años.

El Popular habló con Juan Castillo, Secretario General del PCU, sobre los ejes de la discusión y las expectativas hacia el Congreso.

-¿En qué momento está transcurriendo este Congreso?

Es un momento especial. Todas las coyunturas y todos los contextos son distintos, eso hace que todos los Congresos sean diferentes a pesar de tener un mismo hilo conductor. En el mundo hoy miramos con preocupación si se desencadena una guerra a escala planetaria o no. Como Partido venimos haciendo un seguimiento de la situación entre Rusia y Ucrania, que termina en una guerra que condenamos pero que hay causas que la generaron que son mucho más profundas, por ejemplo, el rol de la OTAN. También el papel del imperialismo norteamericano, el gran objetivo que tiene a escala mundial en esa confrontación con China por la hegemonía mundial, son cosas que están en juego. Esto es un desafío enorme, este no es el mismo escenario del XXXI Congreso. A pesar de que no hay sorpresas, cuando uno habla de agudización de la lucha de clases está hablando precisamente de estos escenarios de confrontación. No es lo mismo para el continente tampoco, con el imperialismo y un nuevo intento de controlar lo que consideran su patio trasero. Ya ha quedado demostrado que no es solo Cuba, es también Venezuela, y los países de Centroamérica, México parándose dignamente como pueblo con el gobierno de López Obrador. Y estamos con la expectativa, lógica, sobre lo que pueda hacer Chile, lo que pueda pasar en las elecciones próximas en Colombia, con lo que pueda pasar con ese gran gigante que es Brasil, que efectivamente mueve la aguja dentro del continente.

Tampoco es lo mismo, para desgracia de los uruguayos, que nosotros no hayamos tenido la posibilidad y la capacidad de haber retenido el gobierno nacional del Frente Amplio. Eso es una fuerte autocrítica que no puede ser parte solamente de un discurso para la tribuna. Tenemos mucho respeto por la elaboración colectiva de nuestro pueblo, por lo que dijo el Congreso del Frente Amplio, por aprender de esos errores que hemos cometido y que tenemos que buscar la forma de no cometer más. Cuando uno analiza el escenario nacional actual otra hubiera sido la suerte de miles y miles de compatriotas si el FA hubiera seguido en el gobierno. Esto no es minimizar los impactos de la pandemia, pero no es lo mismo el manejo de un gobierno de derecha de una emergencia sanitaria que lo que podría haber sido un gobierno de izquierda. En el medio de la pandemia, el año pasado, el principal mensaje del presidente fue vanagloriarse que había ahorrado 300 millones de dólares, cuando todos los indicadores a nivel mundial marcaban la necesidad de que los Estados se endeudaran más. Esto se ve reflejado claramente en la situación de nuestro país, la carestía de la vida se está robando la atención principal de la gente. Hay más de 100 mil personas más en la pobreza, hay más ollas populares. Cuando uno ve la expresión de los niños en la calle pidiendo, o limpiaparabrisas en las esquinas, habla de un problema social que viene creciendo. El aumento en la demanda del empleo y la baja en su calidad, la rebaja de salarios y jubilaciones. Es un momento muy complejo y la gente necesita respuestas, no se come los discursos, necesita respuestas concretas, y esto es en parte en lo que estamos embarcados.

Nada de esto pasa por afuera del Congreso del Partido, es parte integral del desafío de los comunistas. Estamos con la cabeza en cuáles son las iniciativas que vamos a estar colocando para el resto del FA, para las organizaciones sociales, en donde militemos, en donde nos toque estar los comunistas tenemos que llevar propuestas elaboradas, debatidas, discutidas. Eso habla de la coyuntura y de la continuidad, porque la elaboración dentro del Partido es una constante. Nuestro objetivo es avanzar en democracia, junto con nuestro pueblo, para construir una sociedad más justa, más solidaria, esto en todo momento significa la construcción de una patria socialista, de ese socialismo por el que luchamos los comunistas uruguayos. Hay un nuevo escenario, hay nuevos desafíos y merecen la misma calidad de respuesta por parte de las comunistas.

-¿Cómo se han movilizado los comunistas hacia este Congreso?

De no haber sido por la pandemia el Congreso se hubiera realizado hace un par de años atrás, pero no teníamos posibilidades reales de poder concretar una acción de estas características, que moviliza a miles en todo el país, independientemente de los que tengamos el honor de estar presentes ese fin de semana como delegados.

Nadie va a poder resolver en el Congreso lo que no ha debatido, lo que no ha discutido y lo que no se ha hecho carne hasta ahora en el Partido. No hay un grupo de iluminados que se vaya a encerrar tres días y hacer la gran elaboración teórica para el futuro de nuestro pueblo. Los y las comunistas venimos trabajando desde hace mucho tiempo. Las tesis se han discutido en comisiones del Comité Central, en las departamentales, los seccionales, también el debate en asambleas con las agrupaciones en cada uno de los territorios ha posibilitado que nosotros tengamos una aproximación de síntesis de esas discusiones elaboradas en tesis para el trabajo teórico, para el debate político, que tenga que hacer el Congreso.

Somos autocríticos, queríamos más. Hubiésemos preferido tener los tiempos necesarios para hacer talleres, mesas redondas, para debatir con otras opiniones. Tiempo para escuchar la academia, la intelectualidad, para escuchar qué dicen otras organizaciones sociales, ver qué dicen nuestros compañeros del FA sobre aspectos en los cuales estamos debatiendo y discutiendo, dónde tiene que ir el país, cuáles tienen que ser los ejes de atención principales. Pero no nos dio el tiempo. Hubo mucha movilización popular, en medio de esta situación que describíamos, se las ingenió el pueblo uruguayo, y nosotros dentro de él, para juntar 800 mil firmas, para dar tremenda pelea en la campaña por el referéndum, para tener actividades multitudinarias en los 1° de mayo, en las movilizaciones del 20 de mayo, para ser protagonistas activos de esta enorme jornada frenteamplista y unitaria que fue el homenaje a los mártires de la 20.

El Partido está vivo, y tiene esa capacidad de escuchar y al mismo tiempo ir haciendo cosas, esto tiene que ser igual. Al mismo tiempo que estamos debatiendo, haciendo la elaboración teórica, haciendo un balance y proyectando los ejes políticos para la etapa que viene, lo hacemos participando y movilizándonos con otros sectores con los que estamos entretejiendo y construyendo en unidad la patria que soñamos.

-¿Cómo va a estar el Partido el día después del Congreso?

Más unido que nunca, más firme en sus principios, abierto al debate, con mucha amplitud, generosidad y fraternidad para el trabajo. Los momentos de tensión que suponen los debates, esos momentos en que defendemos las ideas con pasión, en que elaboramos línea política, los hacemos con el interés de que sea el pueblo el que se apropie de esas ideas y de esas propuestas. Así ha sido a lo largo de más de 100 años, por eso el homenaje al centenario del Partido que lleva el nombre de este XXXII Congreso, y tenemos que estar a la altura de esas circunstancias. Yo creo que así va a salir el Partido. Se tratará de querer corregir algunas de las iniciativas, es con el interés supremo puesto en que sea lo mejor para el Partido, lo mejor para el FA, lo mejor para la clase obrera y todo el pueblo. Después depende de cada uno de nosotros, lo que estemos dispuestos a dar en función de eso.

Tenemos desafíos enormes en nuestra militancia, no se puede hablar con ajenidad del crecimiento de la pobreza, del aumento del desempleo, de la rebaja de salarios y jubilaciones, nos pasa a nosotros, y el militante comunista, a pesar de padecer los mismos problemas que el resto de nuestro pueblo, debe tener muy claro que los cambios se militan, y eso tenemos que contagiar. Un crítico de cine se sienta, mirá una película y la critica, nosotros además de analizar la realidad tenemos que transformarla.

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