Por Rolando Arbesún
La ultraderecha española está cada vez más “preocupada” por lo que consideran significa el avance de la izquierda en América Latina.
Santiago Abascal, líder del partido ultraderechista Vox, se ha sumado al coro de sus correligionarios que “dedican sus preocupaciones” al continente.
«Estamos entablando relaciones fundamentalmente para crear un foro organizado de oposición a lo que ha sido el foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla», consigna Rusia Today (RT) que expresó Abascal en rueda de prensa del pasado lunes.
De acuerdo a la agencia de noticias, la conformación de esta organización, de carácter internacional, tendría como objetivo el combate a la “deriva comunista”.
Abascal enfatizó que la organización en ciernes tendría «una estructura internacional» y funcionará «como una auténtica oposición en defensa de las libertades y la democracia», en “la Iberosfera”.
Las “iniciativas” de Abascal no son nuevas, a fines de pasado año fue el promotor e impulsor de la llamada “Carta de Madrid”, que fuera firmada por varios políticos latinoamericanos y españoles, así como, por ex presidentes de América Latina, quienes tienen como denominador común el odio visceral a todo lo que imaginen provenga de la izquierda.
Al libelo impulsado ayer por la ultraderechista española Isabel Ayuso, en “defensa de los derechos” de la golpista Jeanine Añez, se suma ahora Abascal, ese “paladín de la libertad”, quien debidamente custodiado, entre otros, por la Fundación Disenso, pretende erigirse como un líder internacional que asegure y coordine, el combate a la izquierda en América Latina ya que ella es, al decir de Abascal, “una amenaza”.