La situación del hambre en Yemen ha sido calificada por la representación de Naciones Unidas en el país, como “al borde de una catástrofe absoluta”.
Según reporta Naciones Unidas, “más de 17,4 millones de yemeníes padecen inseguridad alimentaria”, una situación que se torna más grave si se considera a los 5,7 millones, “que padecen una situación de emergencia de hambre”.
Las cifras, agregan las fuentes, “podría aumentar en 1,6 millones en los próximos meses”, lo que significa que cerca de 7,3 millones las personas estarían en “situación extrema”, al representar los mismos a “más de una cuarta parte de la población”.
De acuerdo al último estudio de inseguridad alimentaria, la desnutrición aguda aumentó en el país, teniendo como sus más afectados a los niños menores de cinco años y las nuevas madres.
Considerado uno de los países más pobres, ya antes de la actual guerra, 2,2 millones de niños estaban gravemente desnutridos y 500.000 jóvenes enfrentaban desnutrición aguda severa.
La actual crisis humanitaria, señala el portal de noticias KaosenlaRed, se produce “en el contexto de la guerra desatada en 2015 con la intervención militar extranjera”, mediante “la llamada ‘Operación Tormenta Decisiva’ en que una coalición de Estados árabes, con Arabia Saudí al frente, inició una campaña aérea y terrestre para derrotar a las fuerzas hutíes que se habían levantado contra el gobierno, causando un gran número de víctimas entre la población civil”.
De acuerdo a Human Rights Watch, “desde el inicio del conflicto en marzo de 2015, la coalición ha impuesto un bloqueo naval y aéreo a Yemen, que ha repercutido directamente en el suministro de alimentos, combustible y medicamentos a la población civil”, lo que constituye una flagrante violación del “derecho internacional humanitario”.
Los datos de Naciones Unidas señalan que, desde el inicio de la guerra, han muerto “150.000 personas a causa de los combates”, mientras que, 227.000 ha muerto a consecuencia de la falta de agua potable, el hambre y las enfermedades.
