La pasada jornada y de acuerdo a datos de las autoridades policiales, unas 160 mil personas se concentraron frente al Bundestag (Parlamento alemán), para desde allí marchar hasta la Konrad-Adenauer-Haus, sede de la Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU), el partido liderado por Merz, en protesta por los acercamientos entre la derecha y la ultraderecha del país europeo.
La multitudinaria movilización contó, de acuerdo a sus organizadores, con la presencia de más de 250 mil personas y es parte, informó Página 12, “de una oleada de manifestaciones que se dieron el fin de semana en distintos puntos del país”.
La movilización en la capital alemana, añadió el medio de prensa, se realizó a escasas “tres semanas de las elecciones legislativas en el país·.

Durante el curso de la marcha, reseña el diario argentino, “los manifestantes expresaron su rechazo a la decisión de los demócratas cristianos de apoyarse sobre los votos de la extrema derecha para intentar aprobar una nueva ley migratoria”.
El pacto en cuestión, se explica, rompió de facto “un tabú político en Alemania, donde los partidos tradicionales han negado cualquier cooperación con la extrema derecha desde la Segunda Guerra Mundial, manteniendo lo que se conoce cómo un cordón sanitario o cortafuegos».
Según una de las organizaciones convocantes, Merz pretende “romper el cordón sanitario contra los extremistas de derecha con un gran golpe, al permitirle a su bloque negociar con el partido que colidera Alice Weidel”.
La multitudinaria movilización fue saludada por el jefe del gobierno alemán, el socialdemócrata Olaf Scholz, quien escribió en su cuenta de X «cientos de miles de ciudadanas y ciudadanos de todo el país: Nunca con la extrema derecha».
Tras las movilizaciones del domingo se espera que se lleven adelante nuevas protestas a partir de este lunes, coincidiendo con la celebración de un congreso de la CDU.
Hasta el momento, afirmó Página 12, “ya hay programadas ocho concentraciones (…) aunque su número podría aumentar”.