Cuando el presidente argentino, Javier Milei, asista a la cumbre del Mercosur que se celebrará en Montevideo los días 5 y 6 de diciembre, abogará “por que los miembros del bloque adquieran libertad para firmar acuerdos comerciales independientes”, consignó la agencia MercoPress.
La posición del “libertario” que va a contrapelo del valor que se otorga en el bloquea su tradicional negociación colectiva no incluirá, afirma la agencia de noticias, que Argentina se salga del bloque.
La postura de Milei, definida por el diario La Nación, como de enfoque pragmático se atendrá, según confirmaron fuentes cercanas al mandatario, “a definiciones generales”, señalando al mismo tiempo “los puntos en los que no está de acuerdo”, algo que se tornó claro en la postura adopatada en el G-20, en Brasil.
Para el presidente argentino, señala la agencia de noticias, el objetivo es la búsqueda de “un tratado de libre comercio (TLC) con Estados Unidos, aprovechando su sólida relación con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump”.
La visión “liberalizadora de Milei, recuerda el medio, es acompañada por el mandatario uruguayo, Luis Lacalle Pou, que será el anfitrión de la última cumbre, antes de transferir el poder a Yamandú Orsi el 1 de marzo de 2025.
Invitado a la Cumbre, por el presidente saliente de Uruguay, la presencia de Orsi, como presidente electo “abre la posibilidad de su primera interacción diplomática con Milei”.
Durante el cónclave serán tratadas además, “las negociaciones en curso con la Unión Europea, la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC) y Emiratos Árabes Unidos”.
La cumbre servirá de instancia, además, para que Panamá formalice su ingreso como miembro asociado del Mercosur, lo que ha sido interpretado como una muestra del “creciente interés por el bloque en medio de las incertidumbres comerciales mundiales”.
El impulso que pretende de Milei a la autonomía comercial individual es coincidente, recuerda el medio, “con la visión de Lacalle Pou, lo que prepara el terreno para importantes debates sobre la futura dirección del Mercosur”.
Se trata, al decir de un observador, de una cumbre donde se “podría redefinir la forma en que Mercosur equilibra la unidad con la flexibilidad en una economía global que cambia rápidamente.”