«Somos una red de artistas abierta para compartir y apoyarnos»
La Obra Humana es un colectivo de bandas y artistas que realiza toques en distintos boliches de Montevideo. EL POPULAR conversó con Haugusto Brazzleim y Lucila Coore, integrantes del colectivo y de la banda Jardín Humano, para conocer más sobre su propuesta artística.
–Antes que nada, nos gustaría que cuenten cuál fue el origen, ¿cómo surge la Obra Humana?
Bueno, el origen viene por dos lados. Tiene raíz primero en las Fiestas Humanas que hacíamos desde nuestra banda Jardín Humano, una vez por año como cuestión de cierre, donde tocábamos nosotros e invitábamos otras bandas, artistas, poetas, etc.
La última que hicimos fue en el club Artigas y se llamó Fiesta de la Resistencia, fue justo antes de la pandemia, el 6 de marzo de 2020. Ese día tocaron varias bandas, había también artistas, poetas, ventas de remeras, una editorial independiente con sus libros.
En esa ocasión cambiamos el nombre a Fiesta de la Resistencia por todas las condiciones que se habían dado y esa fue la última antes de la pandemia, antes de que todo cambiara. Después fue pasando el COVID, todos fuimos volviendo a la normalidad y surgió el encuentro con el colectivo de Gente en Obra, colectivo que hoy por hoy no está funcionando pero que durante todo 2021 tuvo mucha actividad en la línea de realizar diferentes intervenciones culturales. Establecieron contacto con un club en el Buceo y con esa vinculación lograron hacer una biblioteca para el barrio, y con trabajo de hormiga fueron haciendo cositas, con la idea de llegar a los barrios, en comunidad.
Después de la marcha del 14 de agosto nos juntamos con ellos ya con la idea de poder conformar un ciclo cultural. Surgieron muchas ideas, pero lo que terminamos llevando a cabo,fue la primera edición del ciclo cultural la Obra Humana. Nos pusimos en plan de buscar lugares para poder desarrollar el ciclo, armamos entre todos una propuesta que fue redactada en un papel y salimos a tirar a la antigua por todos los bares de Montevideo, en el que estaba abierto le dábamos el papel al mozo, al que estaba ahí o al dueño y hablábamos mucho con ellos, contando la propuesta. En el bar que estaba cerrado, dejábamos la hoja por debajo de la puerta. Esa noche en el recorrido pudimos concretar una buena recepción de dos lugares que fueron bastante interesantes. El Lobizón fue el primer lugar que nos aceptó, sin problema, confió en nosotros y después fue el Tanguito bar.
Y cuando vimos que eso tuvo recepción «ahora hay que armar o armar» pensamos. Entonces ya marcamos tres fechas en el Lobizón. Armamos una grilla con bandas. dúos, solistas, artistas no conocidos, o sea realmente emergentes bien del «under». Esas fechas vinieron bandas del interior también Eso fue durante noviembre de 2021, tres jueves y la última fecha que concretamos en el Tanguito bar en diciembre. Nuestro colectivo desde el principio fue sin fines de lucro, es colaborativo entre nosotros.
– Es una cooperativa, digamos.
Si, vamos a decir que si, no somos una cooperativa formal pero el ánimo va por ahí, en todos los aspectos. En el sonido, por ejemplo, nos prestamos entre las bandas los equipos que faltan, el día de los toques el sonido siempre es complicado.
Entonces colaboramos en el sonido, en el transporte, y en otras cosas necesarias.
Cada uno suma un poco lo que tiene de su pequeña sala de ensayo privada y armamos un sonido entre todos. Después colaboramos entre todos el día del toque, mientras a algunas de las bandas les toca el escenario los otros están ayudando con la organización, en el sonido, en la puerta.
También se hizo como una especie de vaquita para poder sostener los gastos, nafta, flete, etc. Por ejemplo en Tanguito una de las condiciones es que ya hay sonidista, que se paga aparte.
Nosotros quedamos sorprendidos y dijimos, «bueno, esto se tiene que volver a hacer», pues en realidad salió un poco improvisado más allá que la idea se planificó y todo, pero fue como muy repentino.
– No esperaban esa recepción.
No, para nada, porque lo hablamos en septiembre, en noviembre nos movimos un poco más y para noviembre y diciembre.ya teníamos que tener eso armado.
Acordáte también que veníamos cerrando un año de parálisis cultural, fue como una explosión, un despertar. justo en ese momento.
Y otra cuestión también interesante es que los que participaron quedaron anonadados.
No esperaban una aceptación tan rápida.
No, no pensábamos que iba a pasar eso porque la recepción fue muy buena, el Lobizón se llenó todas las veces. Hubo una buena estrategia de difusión, es cierto, pero siempre había público, y salía diciendo «pah, que bueno esto», con esa cosa del interés por lo nuevo que está muy bien.
– ¿Este es un colectivo de bandas que está cerrado o está abierto a la integración?
No, para nada está cerrado, es totalmente abierto. Y no solo a bandas, sino también a cualquier arista del arte. Por ahora solo son bandas que lo integran porque es lo que hemos podido lograr, pero la idea es expandir, sumar a poetas que lean, exposiciones de arte, de fotografía, intervenciones urbanas, de danza, cortos, yo qué sé todo el arte es larga y hay que considerarla en su más amplio espectro.
– Por dónde va la idea, ¿cuál es la esencia de la propuesta?
Vos dijiste recién la palabra cooperativa y va por ahí, Yo diría que somos una red de artistas que buscamos mostrarnos, difundirnos y compartir, y apoyarnos. Esa es la idea primordial, no hay fines de lucro, lo que se ha recaudado hasta ahora es para generar un fondo fijo de manera que el colectivo pueda moverse, llevar a cabo cuestiones que llevan una plata, para ñ no tener que estar poniendo uno en su bolsillo, que también a veces pesa o no se puede o no todos pueden.
Por ejemplo entonces se recaudó durante el año allá por abril mayo, se hizo todo se hicieron de venta de pizzas caseras, unas rifas de libros y se generó un fondito para equipos, transporte, todo lo que conlleva llevar a cabo la jornada, la logística del día del toque. También afiches que se han impresos, las mismas entradas que se han impreso, se empezó a hacer autosuficiente. El otro día imprimimos adhesivos, fuimos sumando cosas así.
– Entonces es un proyecto autogestionado.
Si, autogestionado y expansivo
En esta segunda edición del ciclo que comenzó el 6 de octubre, para la primera fecha llegamos al acuerdo de cobrar una entrada simbólica. Somos conscientes de que el arte tiene que ser valorado en algún punto, hay una línea media delgada entre cobrar una entrada y lucrar con eso. Entonces llegamos al acuerdo de cobrar una entrada módica de 50 pesos y que esa ganancia de entrada sea para los artistas que tocan esa fecha. Pero si una persona va y no puede pagar eso no es excluyente, o sea, no es un impedimento, pero lo pusimos como diciendo «Bueno, vamos a darle un poco de valor a esto».
Nos preguntaban en la puerta «¿pero esto es para el boliche, no?» y les decíamos no, esto es para el artista y nunca me pasó que me dijeran no, no puedo, al contrario, algunos decían que era demasiado barato.
El público no está acostumbrado a eso. Como tampoco los artistas que han conformado las fechas estaban acostumbrados a que los llamen o los convoquen, te preguntan «¿cómo es esto? Tengo que pagar tanto, tengo que vender tantas entradas», que es lo normal, acá, las bandas que están empezando siempre tienen que pagar exacerbadamente para tocar, intentar vender determinada cantidad de entradas, llevar tanto público o te preguntan si tenés algo grabado, quieren evaluarte según ciertos estándares de calidad estética, o que cantas o que decis, es como una censura..
– Acá no hay nada de eso.
No, además de ser abierto al que quiera, es a la inversa, o sea, es el lugar, el espacio para poder mostrarte. Entonces con la gente que estaba necesitando eso nos juntamos y lo fuimos armando entre nosotros como un espacio independiente, lo único es tratar de conectar con algunos lugares que pueden entender esa idea, que es el lugar físico que nos falta, eso es un trabajo, pero en general es bastante independiente.
De hecho para hablar con los locales hay una propuesta escrita, porque nos pareció una manera más formal de comunicarlo a los diferentes lugares. Este año, además de que Tanguito nos abrió sus puertas nuevamente con dos fechas marcadas, logramos también un vínculo con el Templo de Momo, ahí en Grl Flores y Rivadavia que tenemos dos fechas marcadas ahora en noviembre.
Fuimos al lugar, porque nos convocaron y tuvimos una reunión luminosa y expansiva, ahí nos dimos cuenta que estaban en la misma línea de pensamiento y dijimos acá también
Ya tenemos varios lugares adeptos a todo esto, también tenemos un lugar que es Espacio El recreo, que está en la ciudad vieja, estamos armando la última fecha en ese lugar y ya la definimos la próxima reunión.
– ¿El colectivo funciona a través de reuniones, de asambleas?
Si, en la medida que se puede, como el Movimiento Cultural Eduardo Darnauchans que fue una gran semilla para lo que está pasando hoy. Es una raíz importante, ese es el origen.
– Bien, ahora cuenten qué bandas actualmente integran el colectivo y sus características.
Bueno, la banda Jardín Humano. Somos un trío semiacústico, bajo guitarra y voz, y hacemos fusión, hay un poco de rock, de pop, algo de folklore incluso.
La Parte es otro grupo, ellos hacen rock heavy, pesado. Son integrantes sólidos del colectivo.
Después está Sizigia, que es otra banda de fusión. un poco más instrumental, tiene letras, pero es más profundo en lo musical.
También pasa que se cruzaron bandas, que integrantes de bandas del colectivo pasaron a formar parte de otras bandas del colectivo, y eso surge al intercambiar, al compartir el mismo espacio.
Y después se conforma este año otra banda que se llama Moon Cavern, y también Federico Miralles se sumó a toda esta movida.
Otro músico, que el año pasado estaba con una barda que se llamaba El muerto que habla y ahora está solista , es Angelo.
Están Kate y Agus que es un dúo, guitarra y voz
Luego están los nuevos, que se sumaron a través de la difusión del comienzo de la segunda edición de la Obra Humana. El Dúo Sandú que son de Paysandú y están acá por Montevideo hace un par de meses como probando y de hecho los conocimos en la calle, hablamos tres palabras y ya se recoparon. También está Maxi Boiani Montes de Oca que es músico solista.
Participa Mauri Salem que está vinculado al Templo de Momo y ahora va a tocar la fecha de noviembre una banda de Maldonado que se llama Mal Abrigo.
También la Vangarda ciega, que estamos viendo si pueden participar la última fecha, porque son de Salto y la logística es complicada.
Cristóforo Cacarnú es la banda de los compañeros del SUTCRA, sindicato que nos dio mucho apoyo haciéndonos una entrevista en su radio cuando comenzó el primer ciclo y ya quedamos en contacto. De hecho nos han ofrecido un lugar pero por temas de obras no hemos logrado concretar una fecha, pero ya se valora y hace una semana tuvimos otra entrevista a través de la radio por la nueva edición del ciclo. Y conversando se sumó esta banda que integra uno de los participantes de la radio, Cesar, y van a tocar también.
– Es un colectivo muy numeroso.
Somos bastantes, hay gente que está más en la diaria, porque a veces es difícil comprometerse a diferentes tareas, y cada uno tiene sus tiempos, se precisa una dedicación. Vamos dividiéndonos las tareas para hacer y de que se encarga cada grupo y cada uno.
– Hay un núcleo duro, las bandas que están más permanentemente organizando.
Si, que fueron las primeras que te nombre y las nuevas se suman y van enganchando. Y no solamente músicos. Tenemos dos fotógrafos en el colectivo. Una es Lucía Godoy. Un ojo hermoso, mágico le digo yo, porque me encanta lo que hace, está cubriendo para también poder tener un registro y poner en práctica su talento.
No solo para generar material propio de cada artista o banda sino para tener un registro histórico, porque estas cosas marcan, no sabemos cuánto va a durar pero es algo importante, más en estas condiciones que estamos viviendo, donde se está censurando mucha cosa, donde se ven coartadas demasiadas libertades con respecto a la educación, es algo que venimos marcando bastante desde que comenzó este ciclo porque nosotros consideramos que el arte es parte del ser y no nos entra en la cabeza que se quiera coartar y en la educación está pasando eso ,en la educación y en muchos lados. Hay una preocupación del colectivo por todos esos aspectos. La mayoría de los integrantes son docentes, pero no solo por el hecho que sean docentes, sino es el amor a todo esto, el respeto.
– El recorte de horas en arte y en las humanidades evidentemente genera una preocupación porque significa coartar la libertad en el aprendizaje de los adolescentes.
Coartar la libertad y también formar un ciudadano útil a una maquinaria que lo forma para que no se cuestione, no crea belleza, no ve belleza, es un engranaje más en el reloj. El arte es una parte esencial del ser arte, no hay chance
Nos faltó nombrar un fotógrafo, Mauro, que se sumó hace poquito. Su aporte va a consistir en fotografíar todo el entorno, lo que está sucediendo mientras actúan las bandas en el evento, qué pasa con la gente, cuáles son las reacciones. Si se puede hacer algún intercambio también, registrar más el espectador. Y de esa manera nuestros dos fotógrafos se complementan.
Y hay muchas ideas rondando, muchas ideas, vamos a ver si las podemos llevar a cabo el año que viene.
– Se puede adelantar algo de esas ideas.
Si, por ejemplo, dentro de toda esta cooperación vamos a tallerear una canción que represente a la Obra Humana entre todos los músicos, de hecho, ya hay una maqueta musical. Hay otras ideas para expandir, realizar una exposición de esculturas de cerámica, intervenir todo, hacer jornadas con este tipo de arte. Hay también un proyecto, que se tiene que desarrollar un poco más, de hacer una intervención con danza contemporánea, donde también está metida Lucía la fotógrafa, que baila, entonces hay como mucha cosa moviéndose, vamos a ver qué pasa.
– Podemos decir que hay Obra Humana para rato entonces, la idea es que el proyecto siga.
Sí, sin duda, mientras el compromiso siga, qué es lo que más cuesta y es lo más importante.
– Bueno, cuenten las fechas y la grilla de este segundo ciclo.
Sí, empezó el 6 de octubre en Tanguito Bar. Ese día se presentó Jardín Humano, La parte y Angelo como solista, si me preguntan fue un éxito, estaba lleno, la gente quedó copada, en la puerta venía el público a hablar con las bandas, personas que fueron a ver a una de las bandas y se sorprendió con las otras, y te decían que el mensaje les llegó.
La segunda fecha fue el 28 de octubre, donde debutó como banda la Moon Cavern, y participaron tambien Kateby Agus, y Sizigia.
Estuvimos el jueves 17 de noviembre en El Templo de Momo, con Maxi Boiani Montes de Oca como solista y el Dúo Sandú. Con este lugar al acuerdo que llegamos con el tema entradas es que fuera a la gorra, ellos van a proponer un monto sugerido, pero es totalmente libre la entrada.
La cuarta fecha del ciclo es el jueves 24 de noviembre, o sea a la siguiente semana, también en las mismas condiciones, y ahí se presentan Mauri Salem y Mal abrigo que es la banda de Maldonado.
Y estamos planificando la última fecha del ciclo, que es más de cierre, más de celebración. Va a ser en Recreo el sábado 10 de diciembre. La idea es arrancar en la tardecita, porque la grilla va a ser un poco más extensa y estamos también terminando de confirmar la de las bandas. Están confirmados Jardín Humano, la Moon Cavern, La parte, Cristoforo Cacarnú, el poeta Jorge Alonso que va a leer y algunos más del colectivo a confirmar. Es con entrada libre,va haber un pase de gorra tipo colaboración pero la entrada es libre.
– Bien, para terminar, ustedes comentaban hace un rato que el público les decía que el mensaje llegó. Bueno, ese mensaje ¿cuál es para ustedes y por qué les parece que llega?
Creemos que el mensaje básicamente es lo que le da sentido a la Obra Humana, que es el arte mueve todo. Hay personas que nos dijeron “entre de una manera y salí de otra” y eso para nosotros con eso ya está. Más allá del contenido en sí. las letras, lo melódico, que son cosas importantes, que se aprecian y que pueden gustar o no porque todos tenemos gustos diferentes, la gente salió con otra energía, diferente, le gustó la movida, le gustó el ambiente, le gustó lo que se hace. El público va llegando y ven el esfuerzo del armado, todo el movimiento detrás, o sea, con todo lo que tiene armar el sonido en los boliches montevideanos. Como que la cosa fluye, todo fluye y nunca hemos tenido problemas dentro del colectivo.
Y la otra pregunta no la podemos contestar con certeza tampoco, creemos que es por la energía que le ponemos. Hay momentos en que las cosas son cuesta arriba, porque es todo a pulmón, pero hasta ahora nadie se cansó, eso no lo hemos tenido por suerte.
– Entonces la forma es el contenido digamos, o sea, la forma que se dieron de organizarse, de incluir, la energía que transmiten es el contenido en sí.
Sí, y si esto algún día como dijo alguien se va para arriba, que para mí eso es muy amplio. bueno, que se vaya para arriba, pero que con todos y haciendo lo mismo.
Santiago Manssino
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Imagen genérica. Foto: Santiago Mazzarovich/adhocFotos.