Un libro académico que tira por tierra los prejuicios sobre los Comité de Base.
El miércoles pasado se presentó en la Huella de Seregni el libro “¿Cómo sobrevive la militancia partidaria? El Frente Amplio de Uruguay”. Se trata de una investigación de la politóloga Verónica Pérez, Rafael Piñeiro y Fernando Rosemblatt que fue premiado por la “American Political Science Association” con el premio “Leon Epstein” 2020; por primera vez otorgado a docentes formados en América del Sur.
El libro, publicado originalmente en inglés, ya está disponible en español y resulta una herramienta imprescindible para pensarnos como fuerza política y, en particular, para derribar mitos y valorarnos en nuestra tarea militante cotidiana.
EL POPULAR conversó con Verónica Pérez sobre algunos ejes y conclusiones que aporta este estudio que, desde la academia, colabora en el fortalecimiento de nuestra fuerza política.
¿Por qué escribir un libro sobre la militancia del Frente Amplio y elegirlo como objeto de estudio?
Este libro tiene un interés académico. Para nosotros, desde la Ciencia Política, el FA era un caso relevante porque es un caso, para la literatura sobre las organizaciones partidarias, “desviado». Un caso que se aparta de la tendencia o de la ruta que siguieron las organizaciones partidarias en el mundo, en la historia.
Los viejos partidos de élites que existieron hasta finales del siglo XIX, ante fenómenos de migración campo-ciudad, fenómenos de modernización, la aparición de los primeros proletarios en las ciudades y la extensión del voto a los hombres hizo que esos partidos tuvieran que adaptarse para tener en cuenta a este nuevo electorado.
La segunda gran transformación, es de partido de militantes o de masa a partidos profesionales electorales, ocurre como consecuencia de otro shock exógeno que es la revolución que tuvieron los medios de comunicación, en particular la difusión de la radio y la televisión y, más adelante, las redes sociales, sobre los partidos políticos. Los partidos con militantes se transforman en partidos de élites o de cuadros.
También hay otra razón por la que los partidos de militantes pierden militantes y es por las propias tendencias que existen dentro de los partidos; los líderes tienden a querer desprenderse de la masa, porque hay razones de especialización dentro de los partidos y los militantes, las masas, dificultan el trabajo de los líderes o retrasan las decisiones.
El FA escapa a esa tendencia. Nace como un partido con estructuras militantes que son los Comité de Base y se reproduce como tal, es decir, a lo largo de las décadas, esa estructura de militantes no desaparece.
En el libro plantean que no solo existe la estructura de base, sino que además hay una percepción de «eficacia» de la participación por parte del militante y que eso la estimula.
Ese es el mecanismo que nosotros encontramos que hace que la militancia se reproduzca o que sobreviva. Ese punto es central porque, además, la otra singularidad de este partido de masas, de militantes, es que los militantes tienen un rol crucial en los procesos de toma de decisiones del partido.
Es decir, los militantes no son solo las personas que dedican su tiempo voluntario a cumplir tareas rutinarias de la organización como hacer cara a cara en el territorio, pegar carteles, poner la mesita en la esquina, organizar una campaña, sino que participan, junto con los líderes, en igualdad de condiciones, en los ámbitos de toma de decisión del partido.
El FA ofrece un lugar en los ámbitos de decisión del partido, la militancia sobrevive porque los militantes sienten que su posición puede hacer una diferencia dentro del partido. Tienen voz en el sentido no sólo de expresarse, de ser escuchados, sino también de poder influir.
En la edición en español hay una introducción que se escribió posterior a la elaboración del trabajo y allí ustedes ponen el ejemplo de la campaña «voto a voto» y la campaña de la LUC y hacen referencia a la «resiliencia».
El prefacio en español es un «qué pasó después» porque cuando escribimos el libro, se publicó en 2020 pero en realidad lo habíamos terminado antes de las elecciones, no documenta qué ocurre después con el FA en la oposición.
Porque se podría decir que cuando el partido pierde las elecciones esta estructura se viene abajo, y en realidad lo que pasa después reafirma el argumento del libro de que es un partido «resiliente». Es decir, que, puesto a prueba, en circunstancias difíciles, reacciona como un agente de representación democrática y eso lo muestra claramente el «voto a voto» y en particular lo muestra la recolección de firmas para derogar la LUC donde esta estructura fue central. Además de tener consecuencias relevantes en términos de representación política, porque hace al partido más conectado con el territorio y con los actores sociales, también tiene consecuencias sobre la capacidad de movilización que tiene el partido sobre todo en instancias de «voto voluntario».
Si comparás quiénes han sido exitosos en la historia de Uruguay en derogar leyes mediante el uso de referéndum, los únicos exitosos han sido la izquierda y las organizaciones sociales, el movimiento sindical, juntos, no separados. Y eso es importante. Hace a la resiliencia del partido y a la capacidad que tiene la estructura para movilizar en instancias de este tipo, en particular aquí, lo que muestra la recolección de firmas para la LUC, es la capacidad de organización que tuvo el FA en el territorio. Obviamente no lo hizo solo, también las organizaciones sociales, pero lo que muestran las cifras de recolección de firmas, de un lado y del otro, es que los sindicatos no lo hubiesen hecho sin el FA y el FA, muy probablemente, no lo hubiese hecho sin los sindicatos.
Otro planteo en relación a la militancia de base del FA es que ayuda a que, de alguna manera, las decisiones de la fuerza política no se despeguen de su base social.
El otro gran argumento del libro es qué es la democracia dentro de los partidos o qué es ser un partido agente democrático.
Para nosotros, como lo demostramos en el libro, es altamente democrático, lo que no quiere decir que sea la única forma de construir democracia dentro de los partidos. En general los partidos son actores centrales para las democracias, ahora, los partidos que son centrales para la democracia no necesariamente son democráticos, es como una paradoja.
El FA es una estructura democrática. La democracia dentro de las organizaciones se entiende diferente que la democracia en los países. En los partidos políticos, en particular, la democracia es la continua participación de sus miembros en el proceso de toma de decisiones.
Por eso es que esta estructura es muy democrática y permite no alejarse mucho del electorado principal o de las posiciones de la base y eso es importante para los partidos y para el funcionamiento del sistema político, porque los partidos que se alejan de su electorado se desconectan de su base de apoyo principal, tienden a generar vacíos de representación, porque se moderan demasiado o porque se dan extremos como por ejemplo tener giros programáticos como el peronismo en los 90’.
Lo que no quiere decir que no exista una tensión, porque esto de que los líderes están constreñidos por la base, por el partido, hay quienes dicen que va en contra de los objetivos electorales inmediatos. Pero es una tensión porque también desconectarse del electorado, en el mediano plazo, va en contra de los objetivos electorales inmediatos.
Actualmente están participando en el proceso que encabeza la Comisión Nacional de Organización de apertura de Comité de Base.
Nosotros hicimos el libro con fines académicos, somos investigadores de nuestras respectivas Universidades, pero, sí es cierto.
Nos han pedido apoyo para diseñar la estructura del Plan Político, y hemos dado nuestra opinión y la hemos dado voluntariamente, no cobramos por esa tarea. Es la extensión de nuestro trabajo, porque tiene derivaciones prácticas, que fueron tomadas por el partido.
La visión que ha primado en general es que los Comité de Base son estructuras arcaicas, que hay gente vieja, que son feos, que están para adentro y no salen para afuera, que están cooptados por determinados sectores o partidos y en realidad el libro muestra, con muchísimos datos, que eso no es así. Esas afirmaciones no están basadas en datos sino en prejuicios y el libro tira por tierra esos prejuicios.
A veces la militancia tiene una mirada de sí misma que es demasiado pesimista. Si uno lo mira con los lentes de la Ciencia Política esta estructura es destacable, lo que no quiere decir que no sea perfectible. Y desde ese lugar participamos trasladando esa mirada.
Paola Beltrán
Foto de portada:
Presentación del libro en la Huella de Seregni.