El Comité Ejecutivo Nacional de la Confederación de Sindicatos Industriales (CSI) expresó a través de un comunicado su solidaridad “con las y los trabajadores de la multinacional FANACIF”.
La empresa, recuerda el texto, “recientemente suspendió sus operaciones en Uruguay generando un gran golpe económico en más de 200 familias que dependían de ese ingreso directa e indirectamente”.
Ante ello “la CSI condena una vez más estás medidas empresariales” a las que califica de “arbitrarias, unilaterales y a espaldas de la clase trabajadora”.
La decisión de la firma de concentrar su producción en la planta industrial de Brasil, se añade en el comunicado, “se suma a la triste lista de fábricas que se han ido de Uruguay recientemente (Lifan, Faurecia, Cinter por ejemplo)”.
En atención a estas situaciones la Confederación, junto a otros gremios “reclama al gobierno que deje de mirar para el costado” y reafirma “que continuará luchando en defensa de las fuentes de empleo de todas y todos a pesar de un escenario donde el Poder Ejecutivo es un mero espectador consciente de una coyuntura que una vez y otra vez también toma de rehén a la clase obrera en su conjunto”.
Finalmente el documento señala que tal y como lo ha hecho “con los precandidatos a la presidencia de la República, la CSI manifiesta que continuará manteniendo reuniones con todo el sistema político para conocer cuáles son los planes para una industria nacional cada vez más frágil y donde se hace urgente la redacción y aplicación de un Plan de Desarrollo Productivo Industrial que brinde garantías y otorgue trabajo de calidad para todas y todos”.