Aunque el Tribunal Supremo Federal de Brasil, había ordenado a comienzos de marzo la anulación de las condenas que pesaban contra Luis Ignacio “Lula” da Silva, los peligros en torno a una nueva embestida contra el destacado dirigente político brasileño, no han desparecido.
Este domingo, el presidente argentino Alberto Fernández, alertó, vía Twitter de este escenario de “recomposición de la persecución” contra Lula.
En sus mensajes, destacó que, en el vecino país, se pretende darle “reinicio a la persecución”, al tiempo que solicitaba a la justicia brasileña mantener y respetar la disposición del Tribunal Supremo Federal (TSF) sobre la anulación de los juicios contra el exjefe de Estado.
Fernández recordó en sus mensajes, que la decisión del Supremo de “anular los juicios que habían determinado la condena de Lula apartando al juez y a los fiscales que intervinieron en el caso” fue una decisión de relevancia singular.
Esta decisión, afirmó, “dejó en evidencia el accionar de distintos factores de poder (políticos y mediáticos) que condicionaron la administración de Justicia para restarle a un ciudadano la posibilidad competir electoralmente», señaló Fernández, quien agregó al hilo de mensajes que, la nulidad dispuesta por el Supremo “dejó en todos nosotros, defensores del Estado de Derecho, la convicción de que el sistema judicial de nuestro querido Brasil, había preservador la institucionalidad democrática”.
A pesar de ello, el mandatario argentino alertó que, “en estos días, vemos con preocupación que pretende reiniciarse la persecución a Lula utilizando las mismas malas prácticas que ya antes fueron usadas”.
Para Fernández, “dar marcha atrás en la decisión tomada por el Supremo por presiones mediáticas y políticas significaría un retroceso institucional para Brasil y un daño incalculable para quienes reivindicamos el Estado de Derecho como base de sustento de la democracia”.
Fernández considera que Lula es un líder democrático no solo para Brasil, sino también para todo el continente latinoamericano.
“La persecución que lo encarceló y condenó indebidamente representa una mácula que Brasil no merece y que el Supremo ha comenzado a limpiar”, demostrando cuán capaz es el sistema de justicia brasileño ante la «auto revisión preservando la correcta administración de la Justicia», indicó.
