Por Rolando Arbesún
El anuncio de su llegada fue realizado por el embajador de Colombia en Washington, Francisco Santos, quien no aportó mayor información sobre los objetivos de la visita del máximo jefe de la Inteligencia estadounidense.
“Prefiero no decirle es una misión delicada, una misión importante en materia de inteligencia que logramos coordinar”, respondió Santos al ser cuestionado sobre la misión por parte de medios de prensa.
La visita se produce a continuación de un primer intercambio telefónico entre el mandatario norteamericano, Joe Biden y su par colombiano Iván Duque.
En sus escuetas declaraciones, el diplomático colombiano agregó que la visita del más alto funcionario de la CIA a Colombia se hizo “por un contacto, luego de haber tenido ya 3 reuniones con el organismo”, informa la agencia Ecuadortoday.
En sus declaraciones, Santos señaló que “en esas reuniones les han comentado a dónde van y qué está pasando, por lo que consideran que su visita es muy importante (…) se hizo ese contacto (…) nosotros llevamos trabajando con esa agencia; directamente hemos tenido 3 reuniones”, expresó.
La visita del jerarca norteamericano se produce luego de dos meses de masivas manifestaciones como parte del Paro Nacional y en rechazo a las políticas de Iván Duque.
Durante las mismas, los manifestantes reclaman que se adopten medidas “en materia de derechos humanos por la violencia y represión que han perpetrado los miembros de las fuerzas de seguridad del Estado”, en especial la ESMAD.
La situación interna del país y la forma en que el gobierno de Duque respondió a las demandas de sus ciudadanos, ha dejado en evidencia ante el mundo la macabra estructura que hay dentro de los organismos de seguridad; y la forma violenta con que el Gobierno respondió a las protestas pacíficas.
Como colofón de la delicada situación, se señala el “supuesto atentado” del pasado viernes contra Duque, un hecho que fue presentado, de forma inmediata, como de absoluta responsabilidad venezolana.
Las acusaciones contra Venezuela, surgieron a partir del supuesto encuentro de armamento identificado con marcas de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
En respuesta a estas acusaciones, Venezuela continúa denunciando que tanto Colombia, como los Estados Unidos, son los principales patrocinadores de las bandas criminales que operan en la frontera colombo-venezolana.
Durante sus acciones criminales en la frontera, estas bandas han producido heridas y muertes a varios integrantes de las fuerzas armada venezolanas.
Al referirse a esta situación, el ministro para la Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López recalcó que “resulta imperativo recordar a la comunidad internacional que estos grupos irregulares cuentan con el patrocinio del gobierno de Colombia y de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), razón por la cual, sus incursiones en el espacio geográfico venezolano deben considerarse como una agresión auspiciada por Iván Duque, toda vez que les proporciona apoyo logístico-financiero”.
