El referéndum y la perspectiva popular

El Comité Central del PCU destacó que: “Es necesario reivindicar el aporte de la campaña de firmas y el referéndum para el fortalecimiento de la democracia”.

“Enfrentar la LUC con lucha y una respuesta unitaria y organizada, fue un gran acierto estratégico”.

El pasado sábado se reunió el Comité Central del PCU y realizó una primera discusión sobre el resultado del referéndum, sus consecuencias políticas y la perspectiva.

Como adelantara el secretario general del PCU, Juan Castillo, en la entrevista en nuestra pasada edición y ratifica esta resolución, el balance es un proceso colectivo y se hará con todas las organizaciones, sociales y políticas, que participaron de esta campaña.

La resolución reivindica “el aporte de la campaña de firmas y el referéndum para el fortalecimiento de la democracia”. Destaca la necesidad de “que este avance en unidad, organización, iniciativa política y movilización del campo popular se proyecte hacia el futuro. Esto implica seguir desarrollando caminos para luchar en unidad y la construcción de un programa alternativo al de las clases dominantes, lo que incluye propuestas de solución a los problemas de las grandes mayorías nacionales, pero también la organización social y política necesaria para alcanzarlas. Es por ello que respaldamos la iniciativa promovida desde el PIT-CNT de convocar a un proceso de debate y construcción programática. Es necesario abordarlo con la máxima amplitud, visión nacional y el mismo método de la campaña de firmas y el referéndum: el diálogo mano a mano con nuestro pueblo”.

El PCU resalta que “la decisión de luchar fue la que generó el compromiso de sectores cada vez más amplios de nuestro pueblo. Enfrentar la LUC con lucha y una respuesta unitaria y organizada, fue un gran acierto estratégico. Esa decisión de lucha, abrazada por miles, es la que permitió al movimiento popular salir fortalecido y tener autoridad para seguir dando respuesta a los desafíos que se vienen. No estamos derrotadas ni derrotados, lo estaríamos si no hubiéramos luchado”.

Lucharemos junto al movimiento popular en defensa del derecho a la salud, de la enseñanza pública, del acceso a la vivienda y enfrentando una carestía cada vez más aguda, provocada por la combinación del aumento de precios y la caída de salarios y jubilaciones, junto con las ganancias extraordinarias del gran capital, “los malla oro”, a los que representa el gobierno de derecha. Se vienen la negociación salarial, la Rendición de Cuentas, la reforma de la Seguridad Social, el ataque a las empresas públicas, la reforma regresiva de la educación y un conjunto de leyes de contenido regresivo, como la Ley de Medios, que habrá que enfrentar.

“Estamos en una etapa de acumulación de fuerzas, en la que promovemos una línea unitaria y de masas, de organización de la lucha, despliegue programático y construcción de perspectiva, para avanzar en democracia, hacia una democracia avanzada. Para ello hay que desplegar todos los componentes y todos los campos de acción del bloque histórico, político y social, democrático y radical de los cambios. La disputa con el bloque de poder es en toda la sociedad”, indica

La resolución política del Comité Central del PCU

EL POPULAR transcribe íntegramente la resolución del PCU.

“Montevideo 2 de abril de 2022

El Comité Central del PCU, en su sesión María Inés Silva y Hugo Acosta, aprobó la siguiente Resolución Política.

El referéndum del 27 de marzo debe ser analizado como parte de la lucha de nuestro pueblo por enfrentar la ofensiva conservadora y su ajuste neoliberal, impulsados por el bloque de poder y su gobierno. Lo dijimos cuando apoyamos esta respuesta a la Ley de Urgente Consideración (LUC), uno de los instrumentos principales de la restauración conservadora: las firmas y el referéndum no sustituían ninguna de las reivindicaciones y luchas de nuestro pueblo, pero si constituían un momento de síntesis de estas. Desde esa perspectiva es que valoramos la votación.

El objetivo de las firmas y de la campaña por el Si era la anulación de los peores 135 artículos de la LUC y no se logró. La vigencia de estos 135 artículos es negativa para la democracia y para la vida de nuestra gente.

Pero esto no es lo único que se expresó en la votación. El balance, que realizará todo el movimiento popular, debe incluir todo el proceso, mirar los resultados, pero también el grado de avance en unidad y organización, quién acumuló fuerzas y quién no; quién salió fortalecido y quién más débil. Valoramos como altamente positivo el resultado obtenido por el Si y saludamos al movimiento popular y su militancia. El Si logró más de un millón de votos. El No quedó por debajo del 50%; los 135 artículos de la LUC no recibieron el respaldo de la mayoría de la ciudadanía. Además, si comparamos el No con la votación alcanzada por los partidos que integran la coalición en el gobierno en octubre de 2019, que fue cuando se conformó su mayoría parlamentaria, constatamos que la derecha perdió 227 mil votos. El presidente de la República, que centralizó la campaña del No en su persona, sale debilitado, lo apoyó menos del 50% de la ciudadanía. El Si ganó Montevideo, Canelones y Paysandú y tuvo una muy buena votación en varios departamentos, ciudades y localidades de todo el país. La votación también muestra las dificultades que aún perduran para lograr una síntesis política con sectores de nuestro pueblo, las que deben ser abordadas.

Este resultado es especialmente relevante por las dificultades enormes que hubo que vencer. Las firmas se tuvieron que juntar en medio de la pandemia y de la crisis económica y social, mientras desde el gobierno negaban la cadena nacional, cerraban los espacios en los medios e incluso rechazaban una prórroga, en el momento más duro de los contagios. Los recursos económicos con que contó el No fueron mucho mayores y el gobierno utilizó todo el aparato del Estado a favor del No. Enfrentamos a todo el bloque de poder y al gobierno de su fracción más conservadora, con un gran peso del gran capital y de sectores vinculados al agronegocio, expresados en una coalición de derecha con una presencia inédita de la ultraderecha, con componentes de rasgos fascistas. Contra todo ese poder es que se logró lo que se logró.

Es necesario reivindicar el aporte de la campaña de firmas y el referéndum para el fortalecimiento de la democracia. Cuando desde la derecha y el gobierno se habla ahora de “fiesta democrática”, hay que señalar que hicieron todo por impedirla. No querían, y no quieren, que el pueblo debata, participe y decida. Que nuestro pueblo se haya podido expresar soberanamente se conquistó con lucha, nadie nos los regaló.

Esta campaña y esta votación han mostrado que el bloque histórico, político y social, democrático y radical de los cambios, actuando en unidad, puede disputarle la iniciativa política al bloque de poder, aún sin tener el gobierno nacional. También, que la acumulación de fuerzas, el tamaño de pueblo organizado que hemos logrado en este período, es muy importante, pero es insuficiente aún para disputarle el gobierno y, en un sentido más profundo, la hegemonía, a las clases dominantes. Una parte del balance es continuar con la crítica y la autocrítica que nos permitan superar las dificultades para generar síntesis política en sectores importantes de nuestro pueblo. Ese proceso de crítica no es solamente de elaboración de documentos, se trata de generar las iniciativas políticas y sociales que se concreten en acciones prácticas para superar las deficiencias.

La decisión de luchar fue la que generó el compromiso de sectores cada vez más amplios de nuestro pueblo. Enfrentar la LUC con lucha y una respuesta unitaria y organizada, fue un gran acierto estratégico. Esa decisión de lucha, abrazada por miles, es la que permitió al movimiento popular salir fortalecido y tener autoridad para seguir dando respuesta a los desafíos que se vienen. No estamos derrotadas ni derrotados, lo estaríamos si no hubiéramos luchado.

Un gran logro de esta campaña es que inició el camino para retomar la reunificación del bloque alternativo, sin desconocer las contradicciones objetivamente existentes en él. Esto se expresó en la construcción de una Comisión, por las firmas primero y por el Si después, de más de 100 organizaciones sociales y políticas, lo que es un salto en calidad. Una vez más la unidad sin exclusiones muestra su capacidad transformadora, el trabajo paciente de articulación para lograr la mayor amplitud posible en cada paso. También ha quedado demostrado que para disputarle la iniciativa a las clases dominantes es necesario el despliegue de todo el bloque de los cambios, de sus expresiones sociales y políticas. Ese fue otro debate que la vida saldó.

El domingo no terminó nada. La lucha contra la ofensiva conservadora y su política de ajuste, parte de la ofensiva continental neoliberal contra nuestros pueblos, continúa, no se detuvo. Seguiremos luchando contra las políticas antipopulares que impactan sobre la calidad de vida de las y los uruguayos. En estos días se conoció que en el 2021 creció el PBI, pero se concentró la riqueza, crecieron más de 9 mil millones de dólares los depósitos bancarios, en nuestro país y en el exterior, mientras caían los salarios y las jubilaciones y la pobreza volvía a subir en el último semestre del año. Lucharemos junto al movimiento popular en defensa del derecho a la salud, de la enseñanza pública, del acceso a la vivienda y enfrentando una carestía cada vez más aguda, provocada por la combinación del aumento de precios y la caída de salarios y jubilaciones, junto con las ganancias extraordinarias del gran capital, “los malla oro”, a los que representa el gobierno de derecha. Se vienen la negociación salarial, la Rendición de Cuentas, la reforma de la Seguridad Social, el ataque a las empresas públicas, la reforma regresiva de la educación y un conjunto de leyes de contenido regresivo, como la Ley de Medios, que habrá que enfrentar.

Reviste especial gravedad el hecho de que a partir del 1 de abril se concretó una nueva suba de los combustibles. Es el octavo ajuste desde que asumió este gobierno que había proclamado en campaña que iba a bajar los precios. Esta promesa incumplida que no se justifica ni por la pandemia, ni por la guerra de Ucrania, ni por el precio del crudo. Hay que recordar que en 2013 el crudo estuvo a 130 dólares el barril por varios meses y no hubo este incremento de precios. Hoy tenemos el litro de nafta a 1.88 dólares, el más alto de la región. Uruguay ha hecho el ajuste más grande porcentualmente; en tan solo 14 meses el precio subió un 42 %, de $ 54.95 a $ 77.88. Hay que insistir que de esos 77.88 solo 36 pesos ingresan a ANCAP; el resto son impuestos y ganancias seguras para distribuidores y estacioneros. Habíamos advertido que la LUC partió de un diagnóstico erróneo y generó un mecanismo no adecuado al Uruguay, que se quiere presentar como transparente y es lo que menos es. Desde hace tiempo el representante del Frente Amplio en el directorio de ANCAP plantea una mesa de diálogo para acordar una política de precios, de la que participen el gobierno, la oposición, los trabajadores y el sector privado. FANCAP también ha planteado soluciones. El PCU entiende que es necesario que se establezca un ámbito de negociación y se busquen alternativas para impedir que el aumento de precios siga golpeando a la economía y a los bolsillos de las y las y uruguayos.

Hay que lograr que este avance en unidad, organización, iniciativa política y movilización del campo popular se proyecte hacia el futuro. Esto implica seguir desarrollando caminos para luchar en unidad y la construcción de un programa alternativo al de las clases dominantes, lo que incluye propuestas de solución a los problemas de las grandes mayorías nacionales, pero también la organización social y política necesaria para alcanzarlas. Es por ello que respaldamos la iniciativa promovida desde el PIT-CNT de convocar a un proceso de debate y construcción programática. Es necesario abordarlo con la máxima amplitud, visión nacional y el mismo método de la campaña de firmas y el referéndum: el diálogo mano a mano con nuestro pueblo.

Es preciso también promover iniciativas para fortalecer el trabajo de los tres gobiernos frenteamplistas departamentales, en Montevideo, Canelones y Salto; las decenas de municipios; las Juntas Departamentales y los Consejos Vecinales. Tiene vital importancia el fortalecimiento del trabajo en el Parlamento, es y será un ámbito relevante de la acción política y la disputa con la derecha.

En el mismo sentido hay que continuar el proceso en marcha en el Frente Amplio para su fortalecimiento, con mayor iniciativa y despliegue político en todo el país, afianzando su relacionamiento con las organizaciones sociales y con nuestro pueblo todo.

Estamos en una etapa de acumulación de fuerzas, en la que promovemos una línea unitaria y de masas, de organización de la lucha, despliegue programático y construcción de perspectiva, para avanzar en democracia, hacia una democracia avanzada. Para ello hay que desplegar todos los componentes y todos los campos de acción del bloque histórico, político y social, democrático y radical de los cambios. La disputa con el bloque de poder es en toda la sociedad.

Hacia ese esfuerzo contribuiremos con la conmemoración del 50 aniversario del asesinato de los 8 obreros comunistas en la Seccional 20, la realización de un gran 1° de Mayo y un gran 20 de mayo y con el XXXII Congreso de nuestro Partido.

Finalmente, queremos reiterar que la gran protagonista de este proceso hacia el referéndum fue la militancia popular. Por ello enviamos un apretado y emocionado abrazo a las y los miles de hombres y mujeres, que lo dieron todo, que recorrieron todo el país, que construyeron la hazaña de las firmas y la lucha por el Si, y haciéndolo, fortalecieron la democracia.

Comité Central del PCU”.

Compartí este artículo
Temas