Por Fernando Pereira*
En los últimos días se han publicado datos sobre el empleo que encienden luces amarillas por todas partes. Mucho más si pensamos que marzo fue de 13 días sin pandemia y sin las decisiones sanitarias de aislamiento y emergencia sanitaria.
En relación al mes de febrero, el número de inactivos en marzo aumentó en 115 mil personas y el número de ocupados se redujo en 93 mil personas. Ante el confinamiento voluntario, es factible que la búsqueda de empleo se encuentre reducida por la complejidad del mercado laboral (empresas cerradas y escasa demanda). Entre los inactivos que declaran estar disponibles para trabajar pero no buscaron trabajo (ochenta y un mil personas), un 18,5% dice que no buscó por la coyuntura de la pandemia.
Esta circunstancia probablemente se haya agravado en el mes de abril, y por tanto nuestra prioridad es empujar políticas activas de empleo, que permitan a nuestros compañeros volver a su lugar de trabajo.
También tenemos que estar atentos a que no se aproveche la circunstancia ni para reestructuras, ni para bajar las plantillas sin negociación colectiva.
Hemos planteado en el acto del 4 de junio que el trabajo es nuestra prioridad, pero también el ingreso de los hogares y sobre todo de los hogares con salarios sumergidos.
Cuando volvieron los Consejos de Salarios en el año 2005, el 66% de los asalariados estaban por debajo de 20 mil pesos líquidos a valores actuales. Hoy son el 22%, lo que demuestra que nuestra prioridad en los trabajos con salarios sumergidos fue con resultados favorables, cuestión que es necesaria mantener.
En esta negociación el empleo y los salarios deben abordarse integralmente, por eso propusimos la postergación por un año del último año del convenio, de forma tal de negociar en un contexto distinto para todas las partes.
Hemos recibido la propuesta del Poder Ejecutivo, que discutiremos, haremos nuestras propuestas fundamentadas, que no perderá de vista ni el empleo ni el salario, ni la decisión de no perder poder de compra de los hogares uruguayos.
Sin duda no es el mejor momento para negociar, pero asumimos la responsabilidad de pelear por el trabajo de los uruguayos y uruguayas.
*Presidente del PIT-CNT
Fuente PITCNT