Miles de personas salieron a las calles este sábado en Guatemala reclamando que se respete su voluntad expresada este 25 de junio en las urnas, se oficialicen los resultados de la elección y se convoque a la segunda vuelta.
Este 25 de junio se realizaron elecciones en Guatemala, el país más grande y poblado de Centroamérica, Sandra Torres de la UNE y Bernardo Arévalo del Movimiento Semilla, consiguieron el primer y segundo lugar y pasaron a la segunda vuelta que debe realizarse el 20 de agosto.
Inmediatamente de conocidos los resultados, comenzó una campaña desde los sectores del poder, los partidos que respaldan el actual gobierno de Alejandro Giammattei, grandes empresarios, sectores militares vinculados al genocidio realizado durante los más de 30 años de guerra condenados por graves violaciones a los DDHH, dirigentes políticos acusados o condenados por graves hechos de corrupción y sectores del crimen organizado, conglomerado conocido popularmente como el “Pacto de Corruptos”, para desconocer el resultado y, a la vez, una intensa campaña de desacreditación y acoso contra Bernardo Arévalo y su candidatura.
Un grupo de 9 partidos políticos, todos vinculados al “Pacto de Corruptos”, lo que incluye a Sandra Torres y la actual UNE, presentaron un amparo ante la Corte de Constitucionalidad para que se repitiera el escrutinio de las actas de todas las mesas de votación. La Corte de Constitucionalidad tomó la polémica decisión, numerosos expertos constitucionalistas la calificaron de ilegal, de detener la oficialización de los resultados y ordenar que se hiciera el nuevo escrutinio de las actas. La decisión de bloquear el resultado fue de tal magnitud que los lugares donde están depositadas las urnas con los votos fueron rodeadas por tropas anti motines de la Policía y de la Policía Militar. El polémico nuevo conteo se realizó y los resultados fueron los mismos, con mínimas variantes. Varios partidos políticos se bajaron del amparo, pero otros siguieron y lo presentaron ahora ante la Suprema Corte de Justicia.
Organizaciones populares de Guatemala, campesinas, de trabajadores, estudiantiles, de la sociedad civil, autoridades indígenas y hasta varias cámaras empresariales reclamaron que se respetaran los resultados y se convoque a la segunda vuelta. Según reportó Prensa Comunitaria, “por lo menos 196 organizaciones nacionales e internacionales externaron su preocupación por la suspensión de la oficialización de los resultados de las votaciones”.
Lo propio hicieron la misión de Observación Electoral de la OEA, la Unión Europea, el Departamento de Estado de EEUU y las cancillerías de Brasil y Argentina.
Este sábado miles de personas salieron a las calles en varias ciudades de Guatemala, en la capital, en Antigua, en Quetzaltenango (la segunda ciudad del país), Chiquimula, entre otras, reclamando que se respete el resultado electoral.
La convocatoria surgió de las organizaciones estudiantiles de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC) (pública) y también de las y los estudiantes de la Universidad Rafael Landívar (privada, jesuita). Una nutrida columna recorrió el Centro Histórico de la capital y la manifestación pasó por la Corte de Constitucionalidad y la Corte Suprema de Justicia, reclamando que se oficialicen los resultados electorales.
En las marchas se leyeron consignas como: “Juntos somos más fuertes”, “el voto no se vende se defiende”, “mi voto vale”, “estamos hartos de la corrupción”, “en las calles defendemos lo que nos quieren robar en las cortes”.
Varias alcaldías indígenas de los pueblos mayas y Xinka han reclamado que se respeten los votos y anunciaron movilizaciones en varios puntos del país en los próximos días para defender la voluntad popular.
Varios expertos constitucionales han calificado estas acciones judiciales contra las elecciones como “un golpe técnico”.
