Dos grandes ensayos con el objetivo de estudiar la eficacia que tiene la reducción de la jornada laboral, fueron emprendidos en Islandia.
La iniciativa, para el desarrollo de estos ensayos, partió de un conjunto de organizaciones y sindicatos.
Concentrado sobre los efectos que tiene la reducción de la semana laboral, tanto en la productividad del trabajo, como en las condiciones de vida de los trabajadores, el estudio realizado afirma, en su Informe final el “éxito abrumador” de la experiencia.
A partir de estas apreciaciones y de acuerdo a lo expresado por los investigadores, los datos resultantes, podrían ubicar el tema de “la reducción de la jornada como una estrategia primordial para otros gobiernos europeos”.
Según consigan el portal de noticias 20 minutos, “el primero de los ensayos se llevó a cabo en la capital del país, Reikiavik, conducido por las autoridades de la ciudad y junto a una de las principales confederaciones sindicales, BSRB”.
Inicialmente, la experiencia se inició en “dos oficinas con apenas unas decenas de trabajadores”, para luego extenderse a más de 2.500 empleados en los años siguientes.
El segundo estudio, reporta el portal de noticias, “se desarrolló a través de la colaboración del gobierno islandés y BSRB en 2017, con alrededor de 440 empleados. Juntos, estos dos ensayos llegaron a abarcar más del 1% de la población activa del país”.
Toda la información relevada en ambos ensayos fue analizada por investigadores de la Asociación para la Sostenibilidad y la Democracia (Alda) en Islandia y por el think tank británico ‘Autonomy’, quienes coincidieron en calificar los datos como “un éxito abrumador”, tanto para los trabajadores como para las propias empresas.
Uno de los efectos positivos que produjeron en el país estos ensayos, agrega el portal es que, “desde la finalización de las dos pruebas piloto, el 86% de la población activa del país trabaja ahora en horario reducido o ha obtenido el derecho a solicitar esta reducción”.
En el Informe que da cuenta de los resultados se señala que, “la productividad y la prestación de servicios se mantuvieron o mejoraron en la mayoría de los centros de trabajo donde se realizaron los ensayos (…) los resultados revelan una mejora considerable en el bienestar de los trabajadores, desde el estrés y el agotamiento, hasta la salud, pasando por un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal”.
Aplicados en gran escala, los ensayos “han demostrado que la reducción de la jornada laboral puede tener un poderoso efecto positivo en la conciliación”, sintetiza el documento del informe.
En función de estos resultados, “los investigadores consideran que esta experiencia, sumada a la aceptación generalizada de los contratos de reducción de la jornada laboral entre los trabajadores, puede conducir a efectos transformadores a largo plazo sobre la salud de los trabajadores”.
Por todo ello, consideran que los resultados positivos reportados “deberían situar la reducción de la jornada laboral como una estrategia primordial para otros gobiernos que busquen abordar el equilibrio entre la vida laboral y personal”.