Un informe elaborado por la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) denunció que cada día mueren más de cinco personas tratando de entrar a territorio español desde África.
Según el informe más del 40% de estas muertes “se han producido en los tres últimos años”.
En su evaluación de la situación, la organización señala que dichas muertes no constituyen “un suceso accidental”, sino que son el resultado “de unas políticas migratorias que vulneran gravemente los derechos humanos”
El informe “derechos humanos en la frontera Sur 2023, 35 años de vidas sin rastro” fue presentado como parte de las actividades conmemorativas por el Día Internacional de la Erradicación de la Discriminación Racial.
El estudio, describe el portal de noticias Kaosenlared, “es un monográfico dedicado a las personas muertas y desaparecidas intentando alcanzar España”.
Los datos aportados por la organización permiten afirmar que “al menos 5.744 personas murieron o desaparecieron durante los tres últimos años”, lo que eleva “la serie histórica a 14.109 personas.
Todos ellos, se resalta, fueron “personas con nombre y apellidos, con una vida, con una familia y unos sueños ahora rotos”.
APDHA recordó en su estudio “que el año 2021 fue el de mayor número de víctimas (al menos 2.126) y que este 2022 ha sido el segundo año”.
“De acuerdo a nuestra monitorización, han sido 1.901 personas las fallecidas o desaparecidas durante el año pasado. Eso supone que cada día han perdido la vida más de cinco personas tratando de entrar en territorio español desde África. Es decir, aproximadamente, cada cuatro horas y media una persona muere o desaparece en el trayecto migratorio hacia España“, se lee en el documento.
Para la organización española “este coste en vidas humanas no un suceso accidental, es el fruto de unas políticas migratorias concretas que tratan de impermeabilizar la frontera sur a través de la militarización de las rutas, la externalización del control migratorio, la criminalización de los flujos y la despersonalización de las víctimas”.
Se trata, agregan, de “políticas generan un gran sufrimiento”.
“Desde la aparición del primer cadáver de una víctima de estas políticas migratorias”, se reseña, “en noviembre de 1988, han pasado 35 años en los que el goteo constante de muertes y desapariciones en la frontera provoca un enorme dolor que se omite, como si no existiera”.
