El asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, producido a menos de tres meses de las elecciones presidenciales y legislativas, convocadas para el próximo 26 de septiembre ha despertado el rechazo y condena de varios líderes y organizaciones mundiales.
Asesinado junto a su esposa el pasado miércoles, por un grupo de hombres cuya identidad se desconoce, el magnicidio ha concitado expresiones de solidaridad con el pueblo haitiano y con los familiares del extinto Presidente.
La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), emitió un comunicado de repudio donde convoca a: “la paz y hacemos extensiva a sus familiares y amigos la solidaridad y las más sentidas condolencias”.
“Condenamos con firmeza el terrible asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, expresamos nuestras condolencias a sus seres queridos y nuestra solidaridad incondicional con el hermano pueblo haitiano. Hacemos un llamado a la paz y el entendimiento”, escribió en la red social de Twitter, el canciller venezolano, Jorge Arreaza.
Con posterioridad al vil hecho, las autoridades gubernamentales haitianas decretaron duelo nacional y estado de sitio para todo el país.
Las investigaciones en curso pretenden recabar toda la información que permita la identificación y detención de los autores del magnicidio.
Según informó Prensa Latina (PL), “la disposición permitirá a las autoridades realizar registros en el domicilio de cualquier persona y establecer medidas especiales de seguridad”.
Mientras tanto, el país, tradicionalmente sacudido por tensiones políticas permanentes, vive a estas horas una exacerbación de la tensión, por lo que se han realizado llamados para el mantenimiento del orden y el respeto a las actuales autoridades.
En este sentido, la oficina del portavoz del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, António Guterres, instó en mensaje publicado “a todos los haitianos a preservar el orden constitucional, permanecer unidos ante este acto abominable y rechazar la violencia”.
Las muestras de solidaridad y condena al hecho incluyen, entre otras, declaraciones de Rusia, Argentina, México, Antigua y Barbados y del presidente de Caricom.
El extinto presidente había asumido el poder en febrero de 2017 y durante su mandato hubo un recrudecimiento de la crisis política, acompañado de un relevante aumento de la inseguridad pública.