Mientras el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reconoció que había autorizado loos ataques realizados por la Fuerza Aérea israelí contra instalaciones militares estratégicas en Siria, el vocero del Departamento de Estado de Estados Unidos, Mattew Miller justificó la toma de los territorios sirios en los Altos del Golán por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
Con relación a los ataques israelíes, el primer ministro aseguró que no se realizaron con la intención “de interferir en los asuntos internos de Siria”, sino que el objetivo de los mismos era “hacer lo que sea necesario para garantizar” la seguridad de su país.
En un mensaje emitido a la nación, el primer ministro, según consignó Rusia Today (RT) aseguró la voluntad de su gobierno de “establecer relaciones con el nuevo Gobierno de Damasco”, sin embargo, advirtió que si el nuevo régimen “permite que Irán vuelva a establecerse en Siria» o posibilita “la transferencia de armas iraníes, o cualquier otra arma, al grupo chií libanés Hezbolá”, para que realicen ataques contra Israel, «responderemos con fuerza y le exigiremos un alto precio».
Las declaraciones del primer ministro, refiere la agencia de noticias, se producen luego que el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, reconociera la destrucción de la flota siria por parte de efectivos de las Fuerzas de Defensa del país hebreo.
Junto a ello, el alto mando político y militar de Tel Aviv reconoció que sus tropas “están creando una zona desmilitarizada”, sin que ello signifique una “presencia israelí permanente, más allá de la zona de amortiguamiento de los ocupados Altos del Golán”.
Al respecto el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, había considerado la en estaó esta semana justificado el accionar israelí.
«El Ejército sirio abandonó sus posiciones en torno a la zona de seguridad negociada entre Israel y Siria”, declaró Matthew, “lo que potencialmente crea un vacío que podría haber sido llenado por organizaciones terroristas que amenazarían al Estado de Israel y amenazarían a los civiles dentro de Israel».
Según el vocero estadounidense «todos los países tienen derecho a actuar contra las organizaciones terroristas», y «que a todos los países les preocuparía un posible vacío que pudieran llenar las organizaciones terroristas en su frontera».
De acuerdo a Miller, su país “no quiere que en los Altos del Golán haya un vacío que puedan llenar las organizaciones terroristas, ni que estallen las hostilidades a través de la frontera entre Israel y Siria”.
«Lo que queremos”, enfatizó el alto funcionario de la Casa Blanca, es ver “una estabilidad duradera entre Israel y Siria, y eso significa que apoyamos que todas las partes respeten el acuerdo de retirada de 1974 (…) y eso incluye los términos de las zonas de amortiguamiento, que prevén la retirada de Israel a su posición anterior».