Tres provincias ecuatorianas continúan bajo las reglas del Estado de Excepción luego que se reportaran en ellas importantes aumentos de delitos graves vinculados al narcotráfico.
La medida fue anunciada por el Ejecutivo de Ecuador el pasado 30 de abril y desde entonces se reporta un total de mil 131 detenciones.
La información sobre las detenciones, reporta la agencia noticiosa Prensa Latina (PL) fue aportada por el Ministerio del Interior de Ecuador y en la misma se señala se han realizado 50 mil 93 operaciones, lo que ha permitido que los amplios despliegues policiales y militares aseguraran el decomiso de 143 armas de fuego, así como la recuperación de 96 autos y 94 motocicletas.
El reporte oficial señala la desarticulación de 17 bandas criminales.
Conocido como “Plan Rescate Ecuador”, el programa gubernamental se propuso frenar la escalada de violencia en el país y en especial en las regiones donde se impuso el Estado de Excepción debido a la elevada presencia de estas acciones criminales en las mismas.
Además de las acciones delictivas de grupos criminales, se denunció que los mismos pretendían asegurar dichos territorios “como sitio de almacenaje y tránsito de droga, especialmente cocaína, hacia Europa, América Central y Estados Unidos”.
Las actuales operaciones conjuntas tienen como objetivo central disminuir la delincuencia, al tiempo que pretenden elevar “la percepción de seguridad en la ciudadanía, mediante controles en las calles y revisión vehicular”.
“El Estado de Excepción”, recuerda PL, está vigente por 60 días e incluye “la orden de movilizar a cuatro mil efectivos policiales y cinco mil miembros de las Fuerzas Armadas”, así como “la aplicación de toque de queda en localidades específicas como Esmeraldas (en la provincia homónima), Eloy Alfaro, Ximena y Pascuales (Guayas)”.
En el correr de los últimos dos años, Ecuador ha sido testigo, no sólo del aumento de la violencia en las calles de sus ciudades, sino que, el país no ha logrado un efectivo control de la situación del sistema penitenciario, donde 400 prisioneros han sido asesinados.
Sucesivos motines producidos en las prisiones del país, han convertido a las prisiones ecuatorianas en verdaderos centros de muerte y escenario incontrolado de las rivalidades entre grupos criminales.
Los resultados del Plan Rescate, tan promocionados desde el gobierno, han sido objeto de críticas de los ciudadanos quienes denuncian en redes sociales y medios de comunicación la existencia “de muertes violentas y hechos delincuenciales en las zonas donde se reforzó la presencia de agentes del orden y militares”.