Santiago Manssino
La Feria Internacional del Libro está llegando a su fin. Nos quedan pocos días para aprovechar sus variadas ofertas, sus charlas y presentaciones, ese ambiente especial que genera, donde se celebra el libro como herramienta de conocimiento, motor de pensamiento transmisor de belleza, creación de universos y por qué no, forma de transformar la realidad.
También, está claro, el libro en esta sociedad en que vivimos es una mercancía, y la feria es una actividad económica donde se concentra la mayor oferta posible, en un mismo lugar, para que el mercado del libro logré réditos que le permitan crecer. Editoriales transnacionales, latinoamericanas, nacionales y librerías comparten un mismo espacio con distintos objetivos en cuanto a ventas, pero también con diferentes líneas de trabajo cultural. Y están las editoriales independientes, cuya lucha es por mantenerse y seguir desarrollando un trabajo cultural que les permita seguir editando a los autores emergentes, disidentes o raros.
Cuando uno entra en la carpa de la explanada se puede encontrar con el impresentable nuevo libro de Carlos Liscano, pero también con libros de política de diferente sesgo y una buena colección de narrativa uruguaya, o con el libro de Sebastián Moreira, premio revelación en los Bartolomé Hidalgo. Entre otros stand aparece el de la Udelar, donde por ejemplo están los dos tomos de Notas pérdidas de Benedetti y diversos libros académicos.
Antes de entrar al atrio de la IM nos encontramos con el stand de la editorial Hum, donde predomina la narrativa y la poesía uruguaya, desde Gustavo Espinosa hasta Ida Vitale.
Ya adentro vemos el stand de Banda Oriental con historiografía y narrativa nacional, y los puestos de editoriales transnacionales como Planeta, Océano y Penguin Random House, donde clásicos, muy buenos autores contemporáneos, libros objeto muy bellos y best seller sin un párrafo rescatable comparten los estantes. Hay también puestos dedicados especialmente al libro infantil, de novelas gráficas, a libros objeto sobre música.
Lo más interesante, desde la subjetividad de quién escribe, está en el entrepiso. Allí se encuentra la Zona Internacional, donde están presentes diversos países, entre ellos Cuba, Palestina, Portugal y otros; allí diferentes pueblos exponen su producción cultural y se realizan talleres diversos. Frente a este espacio encontramos el stand de editoriales independientes. Estás editoriales se mantienen a base de militancia cultural y funcionamiento colectivo, con líneas estéticas y políticas claras. El Colectivo Sancocho, por ejemplo, incluye a varias de ellas, que se agruparon para poder seguir editando. También está la editorial Sujetos o MIG21, esta última dedicada a la ciencia ficción.
A continuación nos encontramos con el Espacio Marosa di Giorgio, espacio que funciona desde la edición de la feria en 2019 a propuesta de Cultura de la IM y dónde se dan charlas, tertulias, debates literarios e intercambio con el público de autores emergentes o raros por su estilo o por el género de sus obras.
Aquellos que no van por carriles comerciales ni se los puede encasillar fácilmente, que practican géneros de no mucha tradición en las letras uruguayas o que son nuevos autores. La noche del jueves en este espacio Rámiro Sanchíz, autor de ciencia ficción entre otros géneros, conversaba sobre el flaneur en tiempos «poshumanos», la ciudad y el paisaje urbano, la ficción y como se piensa la ficción, a partir de su libro Ensayos dactilográficos (Pez en el hielo, 2022). Al mismo tiempo en el salón azul se presentaba el libro Adónde nos lleven los caminos de Martín Duarte (Ediciones B/Penguin Random House) sobre el origen y la trayectoria del dúo de música popular Larbanois & Carrero, que actuó al final.
Por otro lado el Espacio Marosa di Giorgio también es un lugar para experimentar y abrir potencialidades, por ejemplo el sábado habrá un taller de escritura creativa a cargo del escritor español Paco Inclán, «La ciudad contada», donde se abordarán recursos para una narrativa urbana. Es a las 13:30, durará 3 horas y tiene un cupo de 20 personas. se presentará el libro.
En el limo espacio se presentará a las 17 horas la reedición del libro Mi habitación, mi celda de Lilián Celiberti y Lucy Garrido (Editorial Sujetos), donde se conversar sobre la mujer en la militancia, relación entre militancia y literatura, y otros aspectos relacionados entre mujeres de distintas generaciones como Virginia Martínez, Ana Laura de Giorgi,Mariana Olivera y otras.
La Feria del Libro es de los eventos culturales más importantes del año. Recorrerla, dejarse sorprender, descubrir, curiosear, es algo que no debe dejarse de hacer en estos últimos días. Hay todavía eventos interesantes para asistir, como el lanzamiento de la diaria Libros el sábado a las 15 horas en el salón azul, una instancia de creación y conversación sobre Saramago para el público infantil en el Espacio Internacional el sábado 12 a las 16:30, una charla sobre Pessoa en el salón dorado a las 19 horas. También presentaciones de libros como el ya mencionado o la del libro Cómo sobrevive la militancia. El Frente Amplio de Uruguay el domingo a las 19 horas en el salón azul, con presencia de dos de los autores. Queda mucho para hacer todavía antes del cierre de la 44° edición de la Feria Internacional del Libro.