Ehrlich destacó el impacto de la obtención de las firmas y calificó al referéndum para anular 135 artículos de la LUC como “el gran desafío”
Este fin de semana se está realizando el VII Congreso del Frente Amplio, denominado “5 de febrero de 1971-50 años del FA”. En el mismo se realizará el documento de “Balance, evaluación, crítica, autocrítica y perspectivas”, la “Propuesta lineamientos estratégicos” y se proclamarán las candidaturas a la presidencia del FA, para las elecciones de diciembre.
La instancia final del Congreso se realizará hoy en el Palacio Peñarol y participarán alrededor de 1.300 delegadas y delegados, entre los representantes de más de 300 Comité de Base y los integrantes del Plenario Nacional, allí se resumirán las discusiones de 911 asambleas, con miles de militantes, realizadas a lo largo y ancho del país.
En el Congreso, además de culminar el proceso de autocrítica y trazar las perspectivas inmediatas para la coalición de izquierda se proclamarán la y los candidatos a la presidencia del FA avalados por el último Plenario Nacional: Fernando Pereira, Ivonne Passada y Gonzalo Civila. En las elecciones de diciembre, además de la presidencia del FA también se elegirán las presidencias de las Departamentales del FA, el Plenario Nacional y los Plenarios Departamentales.
En diálogo con EL POPULAR, Ricardo Ehrlich, unos de los coordinadores del FA, analizó los centros políticos del Congreso, la trascendencia del referéndum para anular los 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración y la situación política del país y del FA.
-¿Qué importancia tiene el Congreso del Frente Amplio de este fin de semana?
Este Congreso es el primero luego de la derrota electoral que sufriera el Frente Amplio en el 2019. Es el primero luego de un proceso de desgaste de la fuerza política y de una derrota que no puede ser considerada solamente electoral, sino también política, más de fondo. Esto nos ha llevado a asumir una evaluación del camino recorrido, donde, por supuesto que miramos todos los aportes, las construcciones, las luces, pero también tenemos que revisar los errores, hacernos una autocrítica franca y profunda.
En este sentido me parece que queda muy claro que el Frente Amplio hace esta autocrítica, este balance de su trayectoria, sobre todo lo referido a su actuación en el gobierno nacional, de cara a la ciudadanía. Esto no es algo frecuente en una fuerza política, menos a nivel nacional, yo creo que es más bien excepcional y este hecho tiene que ser destacado.
Entonces, por un lado, el tema de balance y autocrítica es uno de los componentes del Congreso, pero también hay un análisis de la coyuntura, de lo que implica la aplicación de un modelo de país totalmente diferente, que afecta e impacta a los más humildes y compromete al país por un largo plazo. Entonces, también habrá un análisis de los impactos de las políticas nacionales actuales, la situación social, del movimiento social.
El contexto mundial es distinto, hay que ver que, si ya teníamos un contexto mundial complejo, de incertidumbres, de catástrofes, una atrás de otra, la pandemia provocó un claro cambio de escenario. No podemos hablar todavía de post pandemia, pero en esta etapa ya avanzada de lo que fue el proceso de la pandemia, se están viendo los impactos a nivel internacional; los nuevos equilibrios o desequilibrios, económicos y políticos, se están definiendo, y eso tiene que ser analizado. Por otro lado, hay que mirar hacia adelante, las perspectivas que se abren.
Este Congreso va a estar marcado por una evaluación del camino recorrido, un análisis de la coyuntura y levantar la mirada hacia el horizonte y las nuevas perspectivas.
En este contexto debe señalarse que el Congreso se va a realizar en un momento muy particular, donde en ese proceso de desgaste, que ya hemos mencionado, que seguimos sufriendo, que ya arrastrábamos y está marcado por la derrota electoral, ha habido un cambio.
Se marcó un punto de inflexión, que fue la formidable señal popular que se dio con la recolección de firmas y la cifra de voluntades alcanzada para el referéndum, y ese proceso que se abre, que generó un enorme entusiasmo a nivel de la gente, del movimiento social. Esto también impactó en el conjunto del Frente Amplio, multiplicando la fuerza, el entusiasmo, para ir hacia adelante y recorrer una nueva etapa hacia el futuro, de acumulación, de encuentro con el movimiento social, de construcción. Eso es algo particular del momento que vivimos y en ese contexto se realiza el Congreso, lo cual es muy importante.
Y hay un último elemento, estamos en un cambio de autoridades, el Congreso va a ratificar a los candidatos que fueron votados en el Plenario Nacional, para una elección abierta que va a ser el 5 de diciembre. Este Congreso también, entonces, se realiza en medio de un cambio de autoridades que implica una renovación, la aparición de nuevas figuras, el surgimiento de nuevas camadas de militantes y nuevos liderazgos.
En las elecciones de diciembre no se elige solamente la presidencia del Frente Amplio, también las presidencias de las Departamentales, así como el Plenario Nacional y los Plenarios Departamentales. Una elección de todas las autoridades del Frente Amplio, los Plenarios son las autoridades máximas entre Congreso y Congreso.
El Congreso va a estar organizado, como hacemos siempre, en Comisiones previas al Plenario, que van a centrar su trabajo en los puntos que mencioné: Balance, crítica y autocrítica, caracterización de la etapa, perspectivas y algunos temas puntuales que hay que resolver. El Congreso va a concluir con el acto de presentación y proclamación de las candidaturas a la presidencia del Frente Amplio.
-¿Cómo encuentra al Frente Amplio este Congreso?
Nos encuentra en un contexto realmente distinto. Por un lado, de avance de un proyecto regresivo, de un país para unos pocos, que está generando pobreza, que afecta a los salarios, desarrollando un modelo de enseñanza que colide con nuestro modelo de desarrollo de una educación pública, que afecta el desarrollo del país en lo que tiene que ver con su soberanía, con iniciativas con relación al Estado, a las empresas públicas; un proyecto de país que está, de alguna manera, buscando destruir lo construido en largos años de desarrollo del proyecto progresista, elegido por la ciudadanía. Hay que destacar la instalación de la Ley de Urgente Consideración (LUC) y como se van desprendiendo una serie de consecuencias, en todos los ordenes de la vida del país, en las empresas públicas, en la educación, a nivel salarial, en la poca responsabilidad que se asumió en mitigar los impactos de la pandemia, lo que ha sido la Rendición de Cuentas, etc.
Pero, a la vez, tenemos las firmas y el referéndum, para anular 135 artículos de la LUC, en el otoño de 2022, seguramente. Ese es el gran desafío del movimiento social, del movimiento popular y de nuestra fuerza política. Sin dudas ese tema va a estar fuertemente presente en el Congreso: No es un tema solamente de oposición a un gobierno y sus medidas, entendemos que es un desafío que tiene que ver con el futuro del país, por muy largo plazo.
El impacto de la LUC, en particular de los 135 artículos impugnados, compromete el destino del país por muy largo período.
El referéndum es una instancia ciudadana mayor y no podemos dejar de inscribir esta etapa del Frente Amplio, marcada por una agenda interna y responsabilidades nacionales, en este enorme desafío.
Gabriel Mazzarovich