Por María José Pedraja
La situación es cada vez más compleja en medio de la emergencia sanitaria que ha tocado fuertemente los bolsillos de miles de uruguayos y uruguayas.
A poco de plantearse la emergencia sanitaria, después de los primeros casos de coronavirus la población que vive al día: feriantes, vendedores ambulantes, cuida coches, entre otros y sus familias comenzaron a concurrir a las ollas populares distribuidas en todo el país.
“Desde la Secretaría de Organización del PITCNT se llamó a los distintos zonales que hay en Montevideo para ver como dábamos una mano”, dijo a EL POPULAR, Fernando Macedo.
“De arranque salimos a hacer un relevamiento de las ollas populares que habían en Montevideo, tarea de la que soy responsable. Día a día y semana a semana, se fue incrementando más, ya que muchos trabajadores que fueron enviados al seguro de paro ya que la rama de actividad a la que pertenecían cesaron su actividad. Muchos de ellos ni siquiera llegaron al seguro de paro porque no tienen el ingreso requerido. No hubo una respuesta inmediata por parte del gobierno de turno, si una respuesta inmediata de la solidaridad de la gente”, afirmó.
En Montevideo hubo 250 ollas en los primeros diez o quince días de decretada la emergencia sanitaria. “La idea de la Central es rápidamente hacer un llamado para recibir donaciones, ya que al principio no sabíamos cómo iba a afectar el coronavirus. La idea era de que las personas no estuvieran en las ollas, por eso generamos una canasta que por lo menos durara dos o tres semanas”, explicó.
“También se resolvió un relevamiento de la cantidad de personas olla por olla y nos pusimos esa meta. Lamentablemente al principio no pudimos cumplir, porque nos desbordo la cantidad de gente que acudía a las ollas, y después fue porque las donaciones no llegaban tanto”, añadió Macedo.
“Con las donaciones y la compra que realizó el PIT-CNT, se repartieron en Montevideo cuatro mil canastas, más o menos unos cuarenta quilos que daba para tirar un par de semanas. Pero como no daba lo que teníamos para repartir, por la cantidad de familias, le dijimos a cada lugar que se hicieran responsables, ya que ellos que están en el terreno podían evaluar si lo volcaban a la olla o se lo daban a las familias”, explicó.
“Desde los distintos gremios e incluso haciendo ollas o canastas individualmente, se empezó a dar una mano por todos lados. Lo que hicimos fue agregar más, por ejemplo a través de la Secretaria de Cultura de la Intendencia de Montevideo, una biblioteca de libros para cada olla popular, para que no solo se lleven un plato de comido sino también un momento de esparcimiento con buena lectura para niños, jóvenes y adultos”, contó Macedo.
Además contó que se sumaron los médicos de la Escuela Latinoamericana de Medicina en Cuba (LAM), “que dieron una mano, no por el coronavirus, sino en la atención de un teléfono de consulta para la población de las ollas populares”.
“La preocupación es grande, porque si esto se sigue extendiendo, no vemos soluciones a largo plazo. Si bien los sindicatos han comprado verduras y carne, así como hemos tenido algunas donaciones de las avícolas de Canelones para las ollas, sigue siendo insuficiente para la demanda que hay”, indicó.
“Ahora la pregunta es ¿cómo seguimos? No podemos mirar para el costado porque las ollas van a caer porque no dan abasto, pero la gente tiene que seguir comiendo, sobre todo los niños tomar su leche todos los días”, apuntó.
“Por todo esto la Central redactó y le hizo la propuesta al Gobierno hace más de un mes, de una renta básica para las familias que no tienen ningún ingreso, o tienen muy bajos recursos. Eso fue denegado pero insistiremos a través de una carta que ya está en todos los barrios y en todas las ollas, acompañada con las firmas de las personas. Esa carta la vamos a presentar a la Presidencia en muy corto plazo, impulsando una renta básica que sería un salario mínimo”, agregó el dirigente.
“En la carta nosotros no culpamos a nadie, solo decimos que es culpa de la emergencia del Covid 19 y que las medidas del gobierno aún no han sido suficientes y por eso recae en los más vulnerables que no tienen ingresos y que quizás ya no vayan a tener más las ollas a las cuales recurrir, porque ya no se aguantan los recursos”, advirtió Macedo.
La propuesta implica una renta básica de un salario mínimo en principio para una familia tipo. “Si nos dicen que no esperamos una propuesta razonable, ya que con lo que ofrece la tarjeta del Mides, la asignación o las canastas que se han dado en distintos lugares está comprobado, porque se ve en la calle, que a la gente solo le alcanza para los primeros diez días del mes, el resto de los días no tiene nada para llevar a la olla”, añadió.
“Por lo tanto vamos a seguir empujando por la renta básica, que en estos momentos es la salida, repito estamos abiertos al dialogo, si hay otra propuesta mejor la escucharemos. Esta situación ha generado en dos meses 100 mil pobres más en el Uruguay y las perspectivas adelante no son muy buenas”, añadió con preocupación.
A continuación el texto de la carta que será presentada al Presidente de la República: