20221001 / Mauricio Zina - adhocFOTOS/ BRASIL/ SAN PABLO/ POLITICA/ Marcha de cierre de campaña de Luiz Inacio Lula da Silva en la ciudad de San Paulo en Brasil. En la foto: Luiz Inacio Lula da Silva durante la marcha de cierre de campaña en la ciudad de San Paulo en Brasil. Mauricio Zina/ adhocFOTOS

Brasil regresa al mundo

La integración continental latinoamericana y caribeña como prioridad.

Rony Corbo

El triunfo de Luiz Ignacio “Lula” da Silva en Brasil, es en primer lugar, el triunfo del pueblo brasileño, en particular de los sectores más humildes, que fueron los grandes beneficiados de sus dos gobiernos anteriores. 

Pero el impacto mundial, y sobre todo continental, de la victoria de “Brasil da Esperanza” (el Partido de los Trabajadores (PT) y su abanico de alianzas) es un hecho de suma importancia. 

Alguna vez Henry Kissinger dijo que “hacia donde se incline Brasil, se inclinará Latinoamérica”. Y nada más cierto que esa afirmación, sabedor Kissinger que un gobierno de Brasil no alineado a los EEUU, por su capacidad de liderazgo podría complicar mucho a esos mismos EEUU en su “patio trasero”, como nos denominan.

El programa de Lula y “Brasil da Esperanza”, en su parte de Inserción Internacional, defiende fuertemente la integración Latinoamericana y Caribeña y la integración de América del Sur, porque, como sostiene: “Defender nuestra soberanía significa defender la integración de América del Sur, América Latina y el Caribe, con miras a mantener la seguridad regional y promover un desarrollo integrado de nuestra región,  basado en las complementariedades productivas potenciales entre nuestros países”.

La prioridad es volver a fortalecer el Mercosur, la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) e internacionalmente los BRICS, el bloque de economías del tercer mundo compuesto, como su sigla lo indica, por Brasil, Rusia, India, China y Sud África. 

Es establecer libremente las alianzas que sean mejores para el país, sin sumisión a nadie. Es trabajar por la construcción de un nuevo orden global comprometido con el multilateralismo, el respeto a la soberanía de las naciones, la paz, la inclusión social y la sustentabilidad ambiental, que contemple las necesidades e intereses de los países en desarrollo, con nuevos lineamientos para el comercio exterior, el comercio de la integración y alianzas internacionales. 

Como vemos es central el fortalecimiento del Mercosur, la UNASUR y la CELAC, a cuya reactivación le asignan una importancia extraordinaria, donde las dos economías mayores del continente (Brasil y México) coincidirán por primera vez con gobiernos de izquierda, pro integración continental, no alineada a los Estados Unidos.

UNASUR, fue creada en 2008, por Lula y otros presidentes de izquierda de la época que buscaban crear un espacio independiente de la influencia de Estados Unidos. El grupo quedó prácticamente vaciado en 2019, tras la elección de varios presidentes de derecha en Sudamérica, sustituida por PROSUR, que más que prosur era pronorte.

Brasil, en los gobiernos de Lula y Dilma, se constituyó en un importante jugador global de peso, articulando la alianza de las economías emergentes denominada BRICS.

Potenció además los mecanismos de integración regional. A nivel del MERCOSUR impulsó el combate a las asimetrías en el bloque mediante la creación del Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur (FOCEM), y el impulso a la creación de la CELAC, en febrero de 2010.

El programa afirma: “Defender nuestra soberanía requiere recuperar la política exterior activa y altiva que nos elevó a la condición de protagonista mundial. Brasil era un país soberano, respetado en todo el mundo. Al mismo tiempo, contribuyó al desarrollo de los países pobres a través de la cooperación, la inversión y la transferencia de tecnología. Reconstruiremos la cooperación internacional Sur-Sur con América Latina y África. Defendemos la ampliación de la participación de Brasil en las sedes de los organismos multilaterales”.

Celso Amorim: El regreso de Lula también es el regreso de Brasil al mundo

Celso Amorim, ex canciller de Brasil con Lula y referente en temas Internacionales, dijo que el regreso de Lula al gobierno, es el regreso de Brasil al mundo, tras el aislamiento provocado por el gobierno de Jair Bolsonaro y su alineamiento a EEUU e Israel. 

Amorim considero que el programa internacional de los gobiernos de Lula y Dilma está inconcluso y que este nuevo gobierno de Lula retomará la agenda anterior, con fuerte énfasis en la integración regional.

“La decisión de Brasil de buscar una mayor integración sudamericana y latinoamericana y caribeña, como ocurrió durante la presidencia de Lula y,  volverá a ocurrir, es algo que contribuye a la multipolaridad mundial. El país estuvo al frente: ayudó a que se formaran los BRICS y el IBSA (India, Brasil, Sudáfrica). Hoy muchos hablan de una nueva configuración, con la inclusión de Indonesia, de Argentina. Brasil, de cualquier modo, necesita estar presente. México hoy tiene un gobierno sumamente valioso y valiente, pero afronta las obvias limitaciones de la proximidad con EEUU. La multipolaridad es al mismo tiempo una tendencia y un objetivo. Es fortaleciendo la integración, incluso a velocidades distintas, como América Latina se asegurará las condiciones para actuar de forma independiente”.

La politóloga Ana Prestes, secretaria de Relaciones Internacionales del Partido Comunista do Brasil (PCdoB), analizó el nuevo escenario destacando el impacto inmediato de los resultados de la elección de Lula, que fue visible en todo el mundo, pero especialmente en América Latina.

La perspectiva del regreso de Lula es muy importante para un proceso interrumpido de integración en América Latina. “Ya se habla de la reanudación de UNASUR y CELAC”, dijo Prestes.

Informó que en los últimos meses ha habido un reposicionamiento de varios líderes con respecto a poner freno a la OEA (Organización de Estados Americanos), por el papel que ha jugado en la promoción de golpes de estado, como se demostró en 2019, en Bolivia.

La expectativa en torno a la elección de Lula es muy alta para enfrentar los desafíos que hoy tiene América Latina, en temas sociales, logísticos, de integración económica, enfrentando el cambio climático. “Además, la multipolaridad que avanza con el ascenso de China, una guerra en el corazón de Europa y otros temas de las relaciones internacionales, necesitan ser abordados con más audacia”, señaló Prestes.

Foto de portada:

Lula da Silva durante la marcha de cierre de campaña en la ciudad de San Paulo en Brasil. Mauricio Zina/ adhocFOTOS.

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