Aprobó la Mesa Representativa Federal de la Federación Uruguaya de Magisterio-Trabajadores de la Educación Primaria (FUM-TEP) una declaración de condena “el autoritarismo y la insistencia en coartar la libertad de expresión” por parte de las autoridades de la educación.
La condena tiene esta vez como centro la sanción que se impuso a la directora y una maestra de la escuela 35 de Montevideo.
Ambas docentes fueron suspendidas por decisión de la Dirección General de Educación Inicial y Primaria (DGEIP) que consideró que ambas violaron la laicidad por dar lectura a una proclama sindical en el acto de inicio del curso escolar del pasado año.
En declaraciones a la diaria, Mónica Suárez, integrante de la FUM-TEP, dijo “que la federación apoya los paros zonales resueltos por su filial montevideana”, no descartándose que otras filiales acompañen la medida.
Esta propuesta, explicó la dirigente sindical, se encuentra sujeta a valoración por parte de las filiales departamentales de la FUM-TEP, quienes por su autonomía definirán si acompañan el paro o no.