Las Fuerzas Armadas del Reino Unido están, según afirmó el subjefe del Estado Mayor de la Defensa británica, Rob Magowan, ante el Parlamento estar “listas para entrar en combate de inmediato si la situación en Europa del Este así lo requiere”.
La declaración, según consignó la revista especializada Escenario Mundial, fue realizada durante una reunión con la Comisión de Defensa de la Cámara de los Comunes.
En dicho encuentro, detalla el medio Magowan aseguró que “si al Ejército británico se le pidiera que luchara esta noche, lo haría”.
Las afirmaciones del alto mando militar se producen en un escenario donde crecen las preocupaciones por lo que se cataloga como “una potencial escalada militar rusa”.
A pesar de la “intención” del Reino Unido de dar cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 5 del tratado de la OTAN, que establece “que un ataque contra un miembro es considerado un ataque contra todos”, la retórica triunfalista de Londres llega en un momento, recuerda el medio especializado en temas de política internacional, donde su capacidad militar del Reino “ha sido puesta en duda debido a restricciones presupuestarias y recortes en su equipamiento”.
En ese sentido, se señala que actualmente, el ejército británico ha visto ha visto reducido su número de efectivos a las cifras más bajas desde 1700.
Junto a ello, no es un dato menor recordar que recientemente el secretario de Defensa británico, John Healey, al evaluar “el deterioro de las fuerzas armadas”, lo calificó como “peor de lo esperado”, lo que obedece a los efectos que produjo la denominada Revisión Estratégica de la Defensa que estableció la desactivación de cinco unidades navales, así como el retiro de varios helicópteros y drones.
En un escenario donde la OTAN prevé posibles escenarios de escalada, que la han llevado a reforzar su presencia en Europa del Este, el Reino Unido, anunció que la Real Armada, “dará de baja múltiples capacidades de defensa como buques, helicópteros y aviones no tripulados militares”, una medida que tiene como meta el ahorro de cerca de unas “500 millones de libras en los próximos cinco años”.
La decisión, calificada por el titular de la Defensa como de “sentido común”, ya que permite el retiro de “equipos obsoletos” se produce en un momento, de acuerdo al propio Healey en se enfrentan “a amenazas globales cada vez mayores”.
“La guerra en Europa, la creciente agresión rusa, los conflictos en Medio Oriente y la tecnología están cambiando la naturaleza de la guerra. En consecuencia, la defensa necesita una mayor resistencia y preparación para el futuro”, afirmó Healey.
El retiro de unidades “obsoletas”, no será al decir del propio Secretario “la última decisión difícil (…) para “arreglar la herencia de defensa”.
Aunque la justificación del gobierno británico es que los cambios forman parte de “un plan de modernización y reestructuración” de sus Fuerzas Armadas, la verdadera razón, afirma Escenario Mundial, es que “el presupuesto de defensa británico enfrenta serios problemas”.
Las promesas del gobierno británico de aumentar al 2,5% a nivel nacional, el presupuesto de Defensa, no existe una estimación clara de cuando ello será puesto en marcha, mientras tanto según Healey, hay confianza en “que la nueva versión de la Defensa Nacional (…) sea el salvavidas” que el Reino Unido necesite, sin gastar en demasía, para salvarse de “este barco que se hunde”.