Donald Trump lanzó una guerra comercial de alcance global al asumir la presidencia de EEUU. Foto Agencias.

La nueva guerra comercial de Trump

Eduardo Lorier

Conviene señalar desde el comienzo que las actuales crisis políticas y de otro orden que se desarrollan en países europeos tienen un denominador común: el retroceso imparable de sus estructuras económicas, de su base material capitalista. 

Alemania, Francia, Italia, Estados Unidos, etc., están perdiendo por distintos motivos su competitividad en el mercado global (principal y esencialmente respecto de China) y las diferentes fracciones de su clase dominante no se ponen de acuerdo sobre por qué ni qué hacer al respecto.

Por otra parte, se observa un creciente desgarro entre EE. UU. y la Europa tradicional, desacople que avanza en múltiples frentes. En el militar, Washington espera claramente que Europa se ocupe de sí misma. En el ideológico, las cúpulas están en las antípodas. Y en el económico se va gestando una guerra comercial de amplia escala.

En el caso de las medidas arancelarias y antiinmigración que pretende implementar Trump para disminuir el claro declive de Estados Unidos, podemos afirmar que son potencialmente inflacionarias y, por lo tanto, podrán tener consecuencias muy graves dentro y fuera del país.

Los aranceles que caracterizan el enfoque de Trump desde su primer mandato (1), tendrán efectos múltiples que intentaremos visualizar:

  1. Los aranceles aumentan los precios de los costos de producción de EE. UU., lo que hace que las empresas estadounidenses sean menos competitivas a nivel internacional.
  2. Los aranceles aumentan los precios de los bienes importantes para los consumidores estadounidenses.
  3. Los aranceles generarán represalias de los socios comerciales, que pueden ser desbastadoras para los rubros de exportación afectados. 
  4. Los aranceles aplicados por un país grande como Estados Unidos pueden lograr que se reduzca la demanda de los productos afectados y con ello el precio mundial de dichos bienes. Si esto sucede, mejoraran sus términos de intercambio (la relación entre el precio de las exportaciones y el precio de las importaciones), ya que pagará menos por los productos importados, aunque internamente los consumidores paguen más.
  5. Los sectores más perjudicados serán los fabricantes de autos, tanto estadounidenses como europeos. A los grandes fabricantes les será difícil estos costos a los consumidores, quienes ya están bajo presión. (2)
  6. Resumiendo, en cuanto a los aranceles, para conocer si son o no convenientes para el país que los aplica, deben ponderarse los tres efectos principales del arancel. Primero, el mencionado impacto en los términos del intercambio, que mejora el poder de compra del país. Segundo, el ingreso fiscal que genera para el gobierno. Tercero, las pérdidas de eficiencia derivadas de la reducción en el volumen de comercio y las distorsiones en la producción y el consumo.
  7. La experiencia empírica muestra que los aranceles y las guerras comerciales generalmente han traído efectos indeseados para la mayoría, encareciendo los productos para los consumidores y afectando la producción local al incrementar el costo de los insumos importados.
  8. Por último, hasta la fecha los aranceles representan un porcentaje menor de la recaudación total de Estados Unidos, apenas un 2%, mientras que el impuesto a la renta corporativa ronda actualmente el 7% de la recaudación. Veremos a cuánto asciende la futura recaudación por aranceles una vez que se aplique en toda su dimensión la anunciada política de aranceles recíprocos.
  9. Otro hecho digno de mención es que los aranceles sólo impactan a empresas que producen bienes. Entonces, señala Amparo Mercader, muchas de las empresas tecnológicas o de servicios, no están tan directamente afectadas. Ei impacto sobre las empresas tecnológicas puede ser por la vía de los semiconductores o chips que son un potencial cuello de botella para industrias como la inteligencia artificial.(3)

Sin entrar en el análisis de la inhumanidad de las políticas antinmigrantes de Trump, lo más significativo desde el punto de vista económico  es que las mismas conducen a una falta de trabajadores de bajo costo, lo que lleva a (a) importantes restricciones de producción para las empresas estadounidenses, (b) una fuerte demanda de trabajadores de bajo costo (no inmigrantes) que YA son muy escasos en el ciclo actual, por lo que solo se les puede contratar ofreciendo salarios muy altos; esto conducirá a importantes aumentos de costos para las empresas, lo que a su vez conduce a precios más altos para el consumidor.

Será extremadamente difícil controlar la inflación en este entorno. Si la inflación vuelve a aumentar, es probable que la burbuja de los mercados financieros estadounidenses estalle. Los niveles de valoración de las acciones en EE. UU. son simplemente una locura y, en mi opinión, claramente están en territorio de burbuja. (4)

Recordemos que EE. UU. produce billones de dólares en activos financieros denominados en dólares, que es como cierra la brecha comercial global. En teoría, China o la UE podrían desempeñar ese papel, pero para que cualquiera de ellos lo hiciera tendrían que reestructurar sus economías de modo que dependieran más del consumo.

Ninguno de los dos quiere hacerlo. Ahora bien, en algún momento el baile tiene que parar: EE. UU. no pude seguir consumiendo indefinidamente y las naciones con superávit no pueden seguir produciendo eternamente. Hay un desequilibrio masivo, una burbuja, y Trump está a punto de reventarla.

Sin embargo, con Trump o sin Trump, hay factores estructurales en juego, que están más allá de personalidades o estrategias partidarias. Entre ellos podemos mencionar a la altísima deuda de 36 billones de dólares (¡que representa el 130% del PIB!) y los graves problemas demográficos que están reconfigurando los mercados laborales y los patrones de consumo. (5) Estas fuerzas son mucho más importantes que quién está al mando políticamente. 

Sin duda, la crisis fiscal de Estados Unidos, con un déficit del 7% del PIB en 2024 (¡2 billones de dólares!), ya no se puede resolver con maniobras monetarias (imprimiendo dinero y endeudándose) como hasta ahora. Lo mismo podemos decir de otra economía grande, la de Francia, con un déficit fiscal del 6% en 2024, el 113,7% del PIB.

Ahora bien, todos los días hay modificaciones a las políticas arancelarias de Trump y, en ese sentido, lo último es el anuncio de la aplicación de aranceles recíprocos. (6)

The New York Times titula la medida de la siguiente manera: “Trump dice que reestructurará las relaciones comerciales globales con aranceles ‘recíprocos’”. Las implicancias de estas medidas según Chad Bown, investigador principal del Instituto Peterson de Economía Internacional, violarían las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) de dos maneras. 

En primer lugar, aplicar diferentes tasas arancelarias a distintos países violaría el compromiso de los miembros de la OMC de no discriminarse entre sí.

En segundo lugar, si Estados Unidos aumenta sus tasas arancelarias más allá de la tasa máxima que ha negociado con otros miembros, también violaría las normas comerciales.

Casi todos los países se verían afectados, expresa el analista, pero señala que la medida podría tener consecuencias especialmente significativas para India, Japón y la Unión Europea.

Es interesante conocer que Trump y sus colaboradores han señalado repetidamente el impuesto al valor agregado como una injusticia adicional a los aranceles. Estados Unidos es un caso excepcional entre las grandes economías al no aplicar un impuesto al valor agregado a productos como los automóviles.

Hasta ahora, Estados Unidos impuso un arancel adicional del 10% a todos los productos de China, y estuvo a horas de imponer aranceles radicales a Canadá y México que habrían llevado las tasas arancelarias estadounidenses a un nivel no visto desde la década de 1940.

Posteriormente, decretó aranceles del 25 por ciento a las importaciones de acero y de aluminio de todos los países sin excepción que regirán a partir del 12 de marzo. En la región, ello afectará a Brasil y Argentina.

Formalmente, Trump firmó el jueves 13 un memorando que ordena a sus principales asesores elaborar un enfoque” integral” para abordar el déficit comercial estadounidense, principalmente aumentando los aranceles como represalia contra los impuestos, gravámenes, regulaciones y subsidios que él considera injustos.

Recordemos que, en junio de 2023, Trump prometió que, si ganaba las elecciones, aprobaría en el Congreso una ley que le permitiera igualar los aranceles de importación estadounidenses con los que imponen otros países a los productos estadounidenses. 

Su campaña lo presentó como “ojo por ojo, arancel por arancel”, exactamente la misma cantidad”.

Como era de prever, las amenazas arancelarias han provocado frustración, ira e incluso boicots en países extranjeros. La Unión Europea, China, Canadá y México están elaborando sus listas de represalias, que podrían perjudicar a los agricultores estadounidenses y a otros exportadores.

En una declaración del martes 11 de febrero, la Cámara de Comercio Estadounidense ante la Unión Europea, que representa a las empresas estadounidenses en Europa, dijo que los aranceles al acero y al aluminio tendrían “un impacto amplio y abrumadoramente negativo en los empleos, la prosperidad y la seguridad en ambos lados del Atlántico”. (7)

Entre los ejemplos de la política arancelaria reciproca, el gobierno de Trump cita el etanol brasileño: “El arancel estadounidense sobre el etanol es de apenas 2,5%. Sin embargo, Brasil aplica un arancel del 18% a las exportaciones estadounidenses de etanol. Como resultado, en 2024, Estados Unidos importó etanol de Brasil por un valor de 200 millones de dólares, mientras que exportó a Brasil solo 52 millones de dólares en etanol”.

En Brasil, la reacción de Lula ha sido fuerte. “Puede decir lo que quiera. Es presidente de Estados Unidos”, dijo Lula sobre Trump. “Pero no puede hacer lo que quiera, porque si hace cosas que afecten los resultados de otros países, siempre habrá una reacción”.

Lula dijo el viernes que los dos países tienen “una relación muy igualitaria”, señalando que Estados Unidos es el único país con el que Brasil tiene un déficit comercial.

“Queremos paz y tranquilidad”, afirmó. “Si Trump tiene esa actitud hacia Brasil, yo la tendría hacia Estados Unidos. (8)

También Chile, principal productor global de cobre, puso sus barbas en remojo, pues, Trump aludió al metal rojo cuando anunció los aranceles al acero y al aluminio, el pasado 28 de enero desde la Casa Blanca. “Voy a imponer aranceles al acero, al aluminio, al cobre y a cosas que necesitamos para nuestras fuerzas armadas. Tenemos que traer la producción de vuelta a nuestro país”.

El gobierno de Chile convocó de inmediato un grupo de trabajo para evaluar los eventuales impactos de las medidas proteccionistas impulsadas por Trump, así como las contramedidas que podría adoptar la administración chilena. (9)

El gobierno chileno, además, ha mantenido un estrecho contacto con las autoridades de México, Colombia y Brasil, con intercambio de informaciones y construyendo alguna respuesta conjunta a las medidas restrictivas al comercio.

En el caso de Uruguay, no podemos dejar de analizar y preocuparnos por la “guerra comercial” planteada por Trump. Siendo China nuestro primer socio comercial y Brasil el segundo, las medidas arancelarias dirigidas contra nuestros principales socios comerciales, además de México y Chile, impactarán en ellos y, de “rebote”, podrían afectar a Uruguay.

Y ello sin descartar que puedan existir consecuencias directas en los productos que exportamos a Estados Unidos, cosa que convendría seguir de cerca.

1.La inflación en los precios de los vehículos en Estados Unidos ha superado ampliamente el Índice de Precios al Consumidor, con un aumento promedio de casi el 30% en comparación con los niveles previos a la pandemia. Se estima que los aranceles añadirían más de 3,000 dólares por vehículo, lo que resultaría en un aumento del precio del 7% en promedio. Dado que la mayoría de los autos nuevos se compran a crédito, las tasas de interés también afectan la asequibilidad.

2.https://www.el país.com.uy/economía-y-mercado/suba-de-aranceles-trump-y-las-guerras-comerciales#

3.El software se verá mínimamente afectado, ya que no depende de activos físicos y sus equipos de trabajo están distribuidos globalmente. Sin embargo, el hardware, que se fabrica mayormente en el extranjero, sí se verá impactado. Componentes claves como los semiconductores y obleas de silicio se producen principalmente en la región Asia-Pacífico (excepto China, con países como Tailandia y Malasia), y luego se envían a México para su ensamblaje, aprovechando los menores costos laborales. https://www.elpais.com.uy/economia-y-mercado/guerra-de aranceles.

4. Hay mucho crecimiento futuro extraordinario incluido en los precios elevados de las empresas del S&P 500. Trump ha arruinado la reputación internacional de EE. UU. y la confianza de los socios internacionales en cuestión de semanas. Ante ese contexto será más difícil que nunca para las empresas estadounidenses expandirse con éxito.

5. En promedio, las mujeres estadounidenses tienen alrededor de 1,6 hijos hoy, en comparación con los tres de 1950. La tasa de fertilidad total en los EE. UU. ha estado por debajo del nivel de reemplazo desde 1971 y se ha mantenido consistentemente baja desde 1971. La tasa de reemplazo necesaria para mantener una población estable es de 2,1 hijos.

6. El plan arancelario recíproco es la última medida de Trump y acólitos para castigar a aliados, socios y adversarios por igual con una extraordinaria variedad de acciones comerciales.

7. https: //www.nytimes.com/2025/02/14

8. https://www.nytimes.com/live/2025/02/14/us/trump-news-tarifs-federal

9. https://www.diario.red/articulo/ america-latina/gobierno-chile-alerta-amenazas-trump-cobre

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