El gobierno británico, presentará formalmente al presidente estadounidense Donald Trump, una propuesta para efectivizar el envío de hasta 30.000 soldados europeos a Ucrania.
De acuerdo al gobierno del primer ministro Keir Starmer, el objetivo de dicho contingente sería la supervisión de “un eventual alto el fuego y garantizar la estabilidad en las áreas bajo control ucraniano”.
La información fue dada a conocer por el diario The Telegraph, que cita a fuentes occidentales.
“La iniciativa”, reseña la revista Escenario Mundial, “busca establecer una fuerza de seguridad multinacional que actúe como garante de cualquier acuerdo negociado entre Washington y Moscú”. A pesar de lo propuesto, para Londres sigue siendo “imprescindible que Estados Unidos mantenga su poder disuasivo en la región, con aviones de combate y misiles desplegados en Europa del Este”, con el propósito de “responder si Rusia viola los términos del armisticio”.
El plan, añade el medio de prensa, fue presentado en una reunión de emergencia en París, luego del intercambio mantenido entre Trump y Vladimir Putin y “contempla la distribución de tropas europeas en ciudades clave, puertos e infraestructuras críticas, como centrales nucleares, manteniéndose alejadas de las líneas de frente”.
La vigilancia y supervisión del posible alto al fuego, “se basaría principalmente en medios técnicos, incluyendo aviones de reconocimiento, drones y satélites”.
Como parte de la operación se incluirían “patrulleras navales en el mar Negro para proteger las rutas comerciales y garantizar la reapertura del espacio aéreo ucraniano”.
De acuerdo al diario londinense, la fuerza propuesta “contaría con suficiente capacidad de fuego para neutralizar ataques y asegurar la viabilidad del alto el fuego”.
El plan británico, se detalla, “difiere significativamente de la exigencia inicial del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, quien había solicitado una fuerza de mantenimiento de la paz compuesta por 200.000 efectivos”.
La aspiración del ucraniano no cuenta con el acuerdo de algunos miembros de la Unión Europea, entre los que destacan Alemania, España e Italia, países que se han opuesto “a desplegar tropas en el terreno”.
Starmer, quien pretende ser el puente entre Europa y Washington, ha argumentndo “que la participación estadounidense es esencial para disuadir nuevos intentos de invasión por parte de Rusia”.
De acuerdo al Primer Ministro británico, el “respaldo estadounidense incluiría el estacionamiento de aviones de combate en Rumania y Polonia, así como la posibilidad de desplegar una fuerza multinacional en las fronteras orientales de la OTAN”.
Esta “estrategia”, se considera, evitaría “una confrontación directa entre las tropas de la OTAN y las fuerzas rusas” y cumple “con la política de no involucrar personal de la Alianza Atlántica en el conflicto ucraniano”.
De acuerdo a las fuentes del medio de prensa, el plan sería aceptado por Trump, “siempre y cuando” el mismo “no implique el despliegue de tropas estadounidenses en territorio ucraniano”.