Este jueves se conoció que el Ministerio de Educación y Cultura decidió la intervención del club Villa Española arguyendo el incumplimiento de los estatutos.
Con su resolución el MEC desplazó a las autoridades de Villa Española y designó al doctor Leandro Iglesias como interventor, quien, según informaron varios medios de prensa, tendrá como tareas regularizar el uso de redes sociales y convocará a elecciones. La convocatoria a elecciones es una medida, discutible, en el marco de la más discutible aún intervención, pero lo de la regularización de las redes sociales es francamente extraño y puedo dar pistas sobre las razones reales de la intervención.
La medida, según trascendió, fue tomada por seis meses.
Como recuerda Montevideo Portal, en marzo pasado, exdirectivos del club Villa Española denunciaron que no se ha convocado a elecciones y tampoco, según su versión, se han realizados asambleas de Memoria y Balance.
Esos fueron los señalamientos formales, sin embargo, el centro del cuestionamiento público de los ex directivos y que podría explicar la preocupación por “regular las redes sociales” fue que Villa Española se había transformado en una institución con fines políticos. El cuestionamiento de los ex directivos es a las posturas asumidas por el Club y su plantel en respaldo al 20 de Mayo, la salida con camisetas con los nombres de las y los desaparecidos y también al trabajo social en el barrio, que incluye el apoyo a ollas populares y diversas iniciativas sociales y culturales.
Acompaña esta nota una de las publicaciones en las redes sociales de Villa Española, que tanto desvelo por regular despiertan en el MEC.
La medida de intervenir Villa Española se suma al allanamiento que sufrió en sus instalaciones el Club Progreso, con efectivos policiales buscando propaganda por el SI en el referéndum contra la LUC, considerado de rutina por el ministerio del Interior, y la acción de prohibir el ingreso al Campeón del Siglo de hinchas de Peñarol con remeras vinculadas al 20 de Mayo, denunciada por el Club y que, en ese caso, mereció un pedido de disculpas del ministerio del Interior.