Paro y movilización del PIT-CNT. Foto Andrés Gaitán.

Solidaridad con los gremios en conflicto

Miles se hicieron presente en la concentración en el marco del paro general parcial convocado por el PIT-CNT en solidaridad con los sindicatos en conflicto. Se hicieron presentes los legisladores de la 1001: Oscar Andrade y Daniel Diverio.

Yazaki

Karina Niebla, una de las 1200 trabajadoras afectadas por el cierre de Yazaki, abrió la oratoria: Queremos recordar que no solo nos dejaron sin trabajo a nosotros sino a todos los tercerizados que estaban con ella. Recordar que el 80% eramos mujeres, la mayoría jefas de hogar, gracias a este movimiento sindical que desde el día uno nos abrazó y nos sigue abrazando porque este es el pueblo uruguayo. Este es el engranaje principal de nuestro país. Siéntanse orgullosos de pertenecer a este movimiento sindical, porque no hay un centro de trabajo donde no se muestre la solidaridad de otro compañero. Hay que convencer al resto de los compañeros y compañeras para que se afilien. Este es el único camino para la lucha para conseguir nuestros objetivos. Nos echaron, si, nos dejaron sin trabajo, si, pero no nos dejaron sin dignidad porque hicimos retroceder a la empresa que quería manchar el honor del movimiento sindical. Repudiamos esas acciones y no solo con Yazaki sino con todas las empresas extranjeras y uruguayas. El patrón tiene que entender que su mayor fuerte es el trabajador y tiene que cuidarlo.

¿Cuándo vas a entender patrón? 

Tenes que cuidarnos a nosotros, sin mano de obra especializada no sos nada, ese es uno de los temas que quiero hablar. Otro tema para el futuro gobierno que está abierta una tripartita para poder plantear nuevas líneas en las negociaciones que prevengan todas estas catástrofes que están sucediendo ahora. Yazaki ahora es el fantasma que coletea entre todas las empresas, quien pegó el primer golpe fue Yazaki que levantó y se fue. Ahora varios rubros están diciendo lo mismo: competitividad, para mi es miedo por tener a un trabajador sentado en el sillón del Ministerio de Trabajo. Esto no termina acá sin antes olvidarme de agradecer a cada uno de los gremios que se arrimaron, a todo el movimiento sindical, al PIT-CNT, a las organizaciones que se nos arrimaron, a los vecinos y vecinas de Colonia y Las Piedras. Agradecer a los intendentes actuales de Canelones y Colonia, al futuro Ministro de Trabajo, a todos los actores que hicieron posible que se hicieran canastas para las compañeras y compañeros. A Inefop que tenemos los cursos de formación para quienes quedamos sin trabajo, vaya herramienta que tenemos para seguir mejorando en el campo laboral. Esta es una puerta que se cierra pero es un ventana que se abre. No hay que bajar los brazos estamos en el camino correcto, no hay otro lugar para estar, hay que estar del lado del trabajador con el que realmente mueve el país. Un abrazo grande a todas nuestras familias que nos hicieron el aguante, la mayoría somos jefas de hogar con hijos, tuvimos 13 días en asamblea permanente, no es fácil para las mujeres que son solas, sigamos en la lucha que estamos en el camino correcto.

Miles en lucha

Enrique Méndez, integrante del Ejecutivo del PIT-CNT y de la industria láctea (FTIL), fue el siguiente: Hoy nuestro PIT-CNT para a nivel nacional. Nos encontramos aquí concentrados en solidaridad con los sindicatos en conflicto, en defensa del derecho al trabajo, en defensa de la generación de puestos de trabajo de calidad, en defensa del salario digno y en defensa de nuestros derechos conquistados.

Estamos parando contra la represión anti sindical, estamos parando contra un modelo de desigualdad, un modelo de desarrollo nacional que ha demostrado un claro agotamiento, porque va a contrapelo de las necesidades de las grandes mayorías populares. Se trata de un modelo que sigue favoreciendo el interés de una minoría ínfima, donde la distribución del ingreso y la riqueza, a través de las políticas impulsadas por el gobierno de turno, siguen beneficiando a unos pocos por encima de las necesidades de la mayoría trabajadora.

Pero además, hoy somos testigos de cómo, en distintos sectores, las patronales continúan tomando decisiones que afectan a nuestra clase: retiros de empresas, cierres de plantas, desindustrialización, dejando a cientos de familias en la incertidumbre. Por eso, enviamos nuestro saludo fraterno y toda la solidaridad a los sindicatos que enfrentan estos conflictos: los compañeros y compañeras del SUNCA; los compañeros y compañeras de la industria láctea, que enfrentan el cierre de plantas y una vergonzosa actitud anti sindical en COLEME (instalación de Carpa junto a la CSI), las dificultades en CALCAR y la compra de G. Pocha por LACTALÍS, VINTELUX, Friopan; los trabajadores y trabajadoras de las cooperativas que brindan servicios a la ANEP, cuyos contratos han sido recortados; y las compañeras y compañeros del sindicato del Centro Operativo de Montevideo Emp. CIEMSA, ambos de  FUECYS,

Nuestra solidaridad se extiende también a los compañeros y compañeras de la industria frigorífica, donde más de 2000 trabajadoras y trabajadores están enfrentando seguros de paros, despidos y rebajas salariales. A su vez son quienes padecen maniobras empresariales que han llevado a 480 familias del Frigorífico Casa Blanca al seguro de paro, debido a la irresponsabilidad de sectores que sólo buscan incrementar sus ganancias sin importar el impacto social de sus acciones.

Estamos siendo testigos y principales afectados por una serie de definiciones empresariales que atentan contra el desarrollo del país. La desindustrialización avanza, dejando a miles de familias en la incertidumbre. En el sector metalúrgico y vaya el saludo también para la UNTMRA, vemos el impacto de la retirada de Yasaki, que tras el vencimiento de los acuerdos de promoción de inversiones, decidió irse del país, dejando sin trabajo a 1.200 familias. Decisiones que se toman en el extranjero, sin considerar la realidad de las y los trabajadores uruguayos. Lo mismo ocurre en el sector farmacéutico, donde laboratorios como Balearda y Eurofarma han decidido dejar de producir en Uruguay para importar toda su producción. Esta lógica de desindustrialización, que también pretende aplicar Isusa, implica no sólo la pérdida de puestos de trabajo, sino también una menor regulación sobre la calidad de los productos que ingresan al país. Por este motivo es urgente la convocatoria a los ámbitos sectoriales tripartitos para discutir las políticas de desarrollos, y poder aportar desde los Trabajadores nuestra perspectiva.

Un modelo agotado

Compañeras y compañeros, estos son los efectos de un modelo agotado, un modelo que nos exige un cambio profundo. La descripción de estas situaciones conflictivas no es más que el diagnóstico de la sociedad en la que vivimos. Pero nuestro PIT-CNT no solo denuncia, no solo se moviliza, no solo demuestra unidad y solidaridad, sino que tiene propuestas concretas para cambiar esta realidad.

El modelo está agotado y la prueba de ello es el crecimiento de la pobreza infantil en un país que produce alimentos para 28 millones de personas, pero donde aún existen familias y niños que padecen inseguridad alimentaria. 

 Es inadmisible que en nuestro país haya más de 548.000 ocupados que perciben ingresos líquidos inferiores a $25.000 por 48 horas semanales de trabajo, sumado al estancamiento salarial que vivimos en estos 5 años.

 Este modelo centrado exclusivamente en vender recursos naturales, en los vaivenes del mercado internacional sin agregar valor a nuestra producción, con empleos precarizados y de baja calificación no es un modelo viable para el desarrollo futuro del Uruguay. Necesitamos una Estrategia Nacional de Desarrollo y eso es lo que el PIT-CNT viene a proponer aquí.

Necesitamos construir esta estrategia a través de un amplio diálogo nacional, con la participación activa de todos los sectores productivos, académicos y sociales, incluyendo a los trabajadores, los empresarios, los pequeños productores del campo y la ciudad, los intelectuales y todos aquellos que puedan aportar al país que necesitamos para los próximos 30 años. Este proyecto deberá tener como objetivos centrales mejorar nuestra inserción económica internacional, y transformar, sofisticar y diversificar nuestra matriz productiva, siempre poniendo en el centro la defensa del trabajo de calidad, con derechos y salarios justos, y el bienestar de nuestro pueblo. 

En este marco, se encuentran en juego aspectos fundamentales como la política económica, la inversión en ciencia, tecnología e innovación, el rol del Instituto de Colonización, la función social del Estado (incluyendo las empresas públicas como motor del desarrollo industrial del país, las compras públicas, la planificación estratégica, entre otros), y la construcción de un sistema financiero que apunte hacia estos objetivos. 

La transformación de la matriz productiva debe ser un eje central de una estrategia nacional de desarrollo, con metas a corto, mediano y largo plazo. En este proceso, el Estado debe jugar un papel protagónico, utilizando las empresas públicas existentes y creando nuevos instrumentos público-estatales, con modalidades de gestión innovadoras y/o en asociación con los trabajadores, otros Estados y el capital privado, priorizando siempre el capital nacional.

Este Plan debería contemplar, entre otros puntos: un plan nacional de energía que avance hacia la diversificación energética; la promoción de inversiones que fomenten actividades con mayor valor agregado tecnológico y de conocimiento; el fortalecimiento del BROU como banco de desarrollo nacional; un sistema integrado de transporte de carga que complemente las distintas modalidades; y una política minera que incluya regulación, fiscalización e investigación, teniendo en cuenta los impactos ambientales. Todo ello en el marco de un proyecto que priorice el bienestar de la clase trabajadora y la soberanía nacional.

Durante el paro y acto del PIT CNT en la Av. 18 de Julio en Montevideo. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS.

Diálogo y desarrollo

En síntesis, tal como se lo hemos planteado al presidente electo Yamandú Orsi, es urgente convocar un ámbito de diálogo social donde se discuta y se trabaje en propuestas que nos permitan avanzar hacia objetivos de desarrollo del país, para dar definitivamente el salto que necesita imperiosamente el Uruguay. Necesitamos transitar hacia una matriz productiva que nos haga menos dependientes de la exportación de materias primas y nos permita generar valor agregado en el país. Necesitamos una política de industrialización nacional, acompañada de un sistema de compras públicas que priorice la producción local y de un desarrollo territorialmente equilibrado, con inversiones en el interior del país que permitan generar trabajo de calidad en todo el territorio nacional.

También deberá considerar a las pequeñas y medianas empresas que contribuyen al desarrollo nacional en las diferentes ramas de actividad a través de las definiciones de macroeconomía y la política tributaria. Las PYMES son fundamentales se debe aliviarlas desde el punto de vista impositivo, haciendo viables los emprendimientos que generan la mayor cantidad de puestos de trabajo.

Además, el trabajo y el desarrollo productivo debe considerar en forma prioritaria el incremento salarial y la creación de empleo de calidad que asegure los derechos de trabajadores y trabajadoras y favorezca el desarrollo del mercado interno.

Trabajo de calidad

Hoy por ejemplo, vivimos una situación de violencia en algunos barrios que tiene que ver con cuestiones estructurales que hace muchas décadas se vienen produciendo, pero sin duda la falta de trabajo de calidad es una de las causas más importantes para la falta de perspectiva de los jóvenes que ven como el mundo del delito es su única salida a una situación paupérrima de vida. Lo decimos hoy a quien lo quiera escuchar, sin trabajo de calidad no solo no habrá desarrollo en el Uruguay, directamente no habrá futuro.

Por todo esto, resulta fundamental limitar la jornada laboral a 40 horas semanales sin pérdida salarial, como una forma de mejorar la calidad de vida de las y los trabajadores, generar más empleo y enfrentar los desafíos que trae la automatización y la digitalización del trabajo, además de fomentar el turismo y el consumo interno en los días de descanso de los trabajadores. 

De cara a la política salarial y la negociación colectiva, es claro que aquí se juega un rol fundamental, donde para superar el modelo de la desigualdad el movimiento obrero aspira al aumento de la participación del salario en la riqueza nacional.  Y Por supuesto que el movimiento obrero aspira a que se pondere el crecimiento salarial en los sectores más sumergidos, pero “no a costa” del congelamiento salarial del resto de los sectores. No nos vengan a hablar de desindexación a los trabajadores que vimos como se nos achicó la participación de nuestra masa salarial en la riqueza nacional durante este período.

Otro punto clave en nuestra agenda es la situación de los trabajadores de plataformas digitales, como los repartidores de aplicaciones. En muchos casos, lo que se presenta como «trabajo independiente» es en realidad una forma encubierta de relación de dependencia, sin derechos ni garantías. La pandemia puso en evidencia la falta de protección social de estos trabajadores, y es fundamental avanzar en mecanismos que garanticen su derecho a la negociación colectiva y a condiciones laborales dignas. Lejos de lo que este Gobierno hizo que fue legislar la precarización laboral y barrer con la visión de la jurisprudencia internacional en lo que ha estos trabajadores respecta.

Por último, advertimos sobre el impacto negativo de las exoneraciones impositivas a grandes proyectos de inversión que no generan empleo en la magnitud esperada. Mientras se otorgan beneficios a estas grandes empresas, las pequeñas y medianas empresas, que son las mayores generadoras de puestos de trabajo, no reciben el mismo nivel de apoyo. Exigimos un debate serio sobre esta política, priorizando a quienes realmente contribuyen al desarrollo productivo y al trabajo digno en nuestro país.

Seguridad social

Asimismo, es urgente llevar adelante una reforma integral de la seguridad social que garantice un sistema universal, solidario y con prestaciones suficientes, eliminando el lucro financiero que hoy la afecta. Esta reforma debe incluir políticas clave como la inversión en primera infancia para combatir la pobreza infantil, la atención a las personas mayores dentro del sistema de cuidados y la promoción de derechos para las personas con discapacidad. Además, es necesario revisar la estructura financiera del sistema, eliminando inequidades como las exoneraciones de aportes patronales y avanzando hacia una mayor justicia contributiva, con un enfoque en los sectores más poderosos de la economía y una lucha eficaz contra la evasión. También se debe pensar en formas de financiación que no dependan exclusivamente de las contribuciones de los trabajadores, adaptándose a los cambios en el mundo del trabajo.

Entre los puntos centrales de esta reforma, destacamos la necesidad de restablecer la jubilación a los 60 años, y mejorar la jubilación mínima, evitando que los jubilados vivan en la pobreza. Asimismo, es fundamental desacoplar la seguridad social del lucro financiero, impidiendo que los bancos y las AFAP sigan manejando los recursos de los trabajadores como una mercancía. También es clave avanzar en la convergencia de regímenes privilegiados, como la Caja Militar, hacia un sistema más equitativo, aplicando tributaciones a las altas jubilaciones que hoy se otorgan bajo condiciones de privilegio.

En materia tributaria, reivindicamos un sistema más justo y progresivo, donde quienes tienen mayor capacidad contributiva paguen más. Es necesario reducir el peso de los impuestos indirectos, como el IVA, que afectan desproporcionadamente a los hogares de menores ingresos, y avanzar hacia impuestos directos más equitativos, incluyendo tasas progresivas para las rentas del capital y una mayor tributación sobre la riqueza. Además, se debe revisar el sistema de exoneraciones a las inversiones, que hoy beneficia principalmente a las grandes empresas, para hacerlo más selectivo y asegurar que realmente promueva inversiones estratégicas para el país, con garantía para las familias directa e indirectamente vinculadas, trabajadores, pequeños productores y emprendedores, o sea Desarrollo Real, Integral y Sostenido.

La lucha por la igualdad de género y la consolidación del Sistema Nacional de Cuidados son pilares fundamentales para construir una sociedad más justa. Es imprescindible avanzar en políticas que garanticen la igualdad real entre hombres y mujeres, y eliminen las brechas de inequidad existentes, fortaleciendo el acceso a cuidados de calidad para la primera infancia, las personas con discapacidad y los adultos mayores. Esto no solo mejorará la calidad de vida de estos grupos, sino que también facilitará la inserción laboral de las mujeres, quienes hoy cargan con la mayor parte del trabajo no remunerado de cuidados. Además, es clave incorporar estas políticas en la negociación colectiva y en el abordaje territorial, asegurando que los cuidados sean reconocidos como un derecho social fundamental.

Salud y educación de calidad

En materia de salud, resaltamos la necesidad de profundizar el SNIS,  es urgente avanzar hacia la universalización de una canasta de prestaciones de salud de calidad, con un enfoque preventivo y accesible, superando las limitaciones actuales que condicionan el acceso según la capacidad contributiva de las personas. Desde el movimiento sindical, se propone repensar el valor de las cápitas incorporando factores socioeconómicos y territoriales, priorizar la prevención, fortalecer la regulación y fiscalización de recursos, y desarrollar una política sanitaria estratégica que garantice cobertura y calidad sin distinciones económicas. Además, es clave diversificar las especialidades médicas en todo el país, mejorar los sistemas de información y participación, eliminar la brecha de financiamiento entre ASSE y el mutualismo, y fomentar la coordinación entre instituciones para fortalecer el sistema de salud con la participación activa de todos los actores involucrados.

En tanto en educación, la reconstrucción del Sistema Nacional de Educación Pública (SNEP), debe ser una política clave para el próximo gobierno. El Estado debe retomar su rol protagónico como garante del acceso democrático y pleno a la educación en cualquier rincón del territorio nacional. Este cometido solo se podrá concretar si el Estado fortalece toda su estructura con el objetivo de cumplir cabalmente su rol de garante del pleno ejercicio del derecho humano a la educación.

Dicho sistema debe construirse sobre la base de propuestas, niveles y modalidades que garanticen a nivel de todo el territorio nacional el derecho a la educación para todas y todos durante toda la vida, desde inicial y primaria, pasando por la educación media, fortaleciendo la educación terciaria en todas sus variantes y prestando especial atención a la educación de adultos y en contextos de encierro.

Reivindicamos una educación pública, gratuita, laica y obligatoria. Concretar estos principios solo es posible a través de su real autonomía y respectivo cogobierno en todos sus niveles, de modo que sea posible la construcción de una política educativa de largo aliento sin verse supeditada a los vaivenes de la política partidaria. Los Congresos nacionales de educación deben desarrollarse en forma periódica, amplia y democrática, entendiendo la democracia ya no en su dimensión meramente representativa, sino también como un marco de participación ciudadana, amplio y abierto a la expresión de las diversidades existentes en nuestra sociedad. 

El presupuesto educativo ha disminuido, alejándose del 6% del PBI recomendado por la UNESCO para la Educación Pública, más el 1% para investigación e innovación. Esta reducción ha limitado tanto aspectos generales, como la creación de carreras y centros educativos como las becas para estudiantes, fundamentales para la igualdad de acceso a las oportunidades. Reivindicamos un piso presupuestal del 6% del PBI exclusivamente para los organismos de educación pública (ANEP, UDELAR, UTEC), excluyendo gastos de otras instituciones que, aunque vinculadas a la educación, no ejecutan acciones educativas directas.

Terminando, la lucha por la verdad y la justicia, que se hace más fuerte cada 20 de mayo, es una bandera irrenunciable para terminar con la impunidad y decir «nunca más» al terrorismo de Estado. Sin acabar de raíz con la impunidad y todo lo que la sostiene, no hay futuro justo para nuestro país. 

Por último y no menos importante, consideramos fundamental la democratización de los medios de comunicación, para que haya más voces y menos mentiras, y para frenar los discursos de odio y las fake news que tanto daño hacen. El acceso a la cultura tiene que ser para todos, porque no solo nos enriquece como personas y como comunidad, sino que también genera trabajo para artistas y trabajadores de la cultura.

El Estado tiene que proteger nuestros derechos fundamentales y actuar con firmeza contra cualquier forma de espionaje ilegal o persecución a organizaciones y personas. La defensa de la democracia y los derechos no puede esperar.

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