Declaración de la Mesa Nacional de Asamblea Uruguay

La Mesa Nacional de Asamblea Uruguay, luego de una reunión realizada el pasado 23 de julio, emitió un documento de análisis en el que se examina “la situación política nacional en el marco del contexto regional y global”.

En el documento se incluyen apreciaciones sobre la realidad actual y las perspectivas del Frente Amplio, en particular el posicionamiento de Convocatoria Seregnista-Progresistas y de Asamblea Uruguay.

Al referirse al plano regional, el texto señala que se vive en “una realidad complicada a todos los niveles”.

“A escala mundial, asistimos a cambios sustantivos en la globalización que exigen renovar los análisis, en una realidad muy compleja, cambiante y en muchos aspectos imprevisible, volátil y peligrosa”, se afirma.

El documento enfatiza que a pesar del “gran desarrollo de la ciencia y la tecnología en esta era digital”, aún se convive “con una sublevante inequidad social, pobreza, avasallamiento de derechos humanos, violencia, agresión al ambiente”, todo lo cual “genera incertidumbre con referencia al futuro y al mundo que nos quedará después de la pandemia y la guerra que desató la injustificable invasión de Ucrania por parte de Rusia”.

Se trata, por tanto, se agrega de un “contexto global” que, “cada vez incide más en las realidades nacionales, lo cual es imprescindible tener en cuenta si es que queremos practicar una política realmente transformadora”.

En referencia al nivel regional, se subraya que los países “vecinos viven importantes problemas económicos y sociales, especialmente Argentina que además suma graves confrontaciones políticas en el seno del propio gobierno”.

Se resalta, también, cómo el cambio de gobierno en Chile y el triunfo de Gustavo Petro en Colombia, representan una esperanza que, sumadas a “las expectativas de un cambio progresista en Brasil si triunfa Lula”, pueden constituir una nueva etapa de gobiernos progresistas en la región que no deja de estar expuesta a “grandes desafíos”.

En el resumen que se realiza sobre la situación nacional el documento comienza describiendo lo que denomina “una marcada confrontación política entre gobierno y oposición”, particular que “se comprobó desde el primer día de actuación de la actual conducción del país”.

“Así, mientras los gobiernos frenteamplistas buscaron siempre un equilibrio entre la acción del Estado – imprescindible para fortalecer el respeto a los derechos humanos – y las responsabilidades del sector privado, el actual gobierno ha venido recortando gravemente tal acción, así como los recursos indispensables para llevarla a cabo”, se lee en el texto de Asamblea Uruguay.

En el documento se hace especial referencia a la Rendición de Cuentas presentada por el Ejecutivo y en ese sentido se enfatiza que la misma continúa “con la orientación que el gobierno manifestara en la LUC”, sobre todo en lo referido a su orientación económica y social con relación a la pandemia.

Asamblea Uruguay enfatiza en su texto que “hay que diferenciar del acertado manejo sanitario”, de lo actuado en “el nefasto acuerdo en el puerto” y en ese sentido recalca que, “el gobierno se ha planteado un ajuste restrictivo muy importante del gasto público, con todas las limitaciones que ello proyecta sobre los niveles de actividad, los derechos de los ciudadanos, el trabajo y el acceso a los frutos de este”.

El documento recuerda los incumplimientos, por parte del gobierno en lo relativo al no aumento de impuestos que realizara durante la campaña electoral.

“En el lapso transcurrido hasta 2021 incluido”, se señala, “el aumento impositivo se ubicó en 110 millones de dólares. Sólo el cambio del criterio utilizado para actualizar las franjas del IRPF y el IASS representó cerca de 65 de esos 110 millones. A esto se suman 11 millones correspondientes al impuesto covid a los salarios de los funcionarios públicos y más de 35 millones por la eliminación de dos puntos de IVA que se descontaba en las compras realizadas con medios electrónicos de pago”.

Al referirse a la importancia del gasto y el cuidado fiscal, el texto sostiene que, más allá del conocimiento que se tiene de su importancia, “es imprescindible priorizar la atención a las urgencias sociales y al deterioro de los ingresos de las familias, lo que requiere un mayor gasto actual. Si se evitaran las consecuencias negativas de la actitud oficial, se asegurarían a mediano plazo resultados mejores para la gente”.

Para la organización frenteamplista, dicho “contraste aparece nuevamente explícito y claro en la Rendición de Cuentas correspondiente al ejercicio 2021”.

“El gobierno sobrecumplió su meta en unos 300 millones de dólares, y solo la tercera parte de esa suma es la que destinó al escasísimo y tardío adelanto de 2% y 3% por ciento para salarios y pasividades que se comenzará a cobrar a partir de agosto. Simultáneamente, la inversión pública ha caído notoriamente y la disminución del poder adquisitivo de la población ha conducido a reducir la capacidad de estímulo del consumo interno. La alta inflación que nos afecta contribuye a disminuir el gasto público real”, se subraya.

En contraposición al accionar del ejecutivo, se agrega, “el Frente Amplio cuestiona en la Rendición de Cuentas esa conducta del gobierno”.

El documento describe lo que denomina como cambios de corto, mediano y largo plazo, necesarios para el futuro del país.

“Entre los de corto y mediano plazo, ocupa un lugar fundamental el imprescindible cambio de la política fiscal. Y entre los que apuntan más lejos, las prioridades son a la educación, la seguridad pública, la vivienda y el cuidado del ambiente”.

Al describir los “grandes desafíos que tiene el país” se hace hincapié en la reforma de la seguridad social que a juicio de Asamblea Uruguay “debe ser concebida como una política de Estado y, por lo tanto, como un tema de tratamiento por parte del conjunto de la sociedad”.

“Nuestro sistema de seguridad social -en el que se han ido acumulando falencias que es absolutamente imprescindible corregir- destaca a nivel latinoamericano por la amplitud de sus coberturas y sentido de equidad, aspectos que no deben perderse sino, por el contrario, fortalecerse. De acuerdo a algunos anuncios y declaraciones, no parece ser esta la postura del oficialismo ante un tema de tanta trascendencia, por lo que habrá que apelar a la ciudadanía para construir el debate que el país se merece”.

A partir de la relevancia adquirida recientemente por la política de inserción internacional del país, se subraya que, “lamentablemente, también en esta área se asiste a una orientación errática y peligrosa del gobierno, comprometiendo el futuro de lo que también debería ser una política de Estado, es decir, una estrategia a continuar y desarrollar más allá de los cambios de gobierno”.

“Tal como están las cosas y como se han hecho con relación a un eventual acuerdo de libre comercio de Uruguay con China”, se agrega, “este no podría prosperar sin romper con el Mercosur. Y esto es lo peor que podría hacer Uruguay en materia de inserción comercial”, ya que “China no va a hacer un tratado de libre comercio con Uruguay en contra de la voluntad de Brasil y Argentina”.

En ese sentido consideran que detrás del tema comercial “hay un tema geopolítico”, observable en los cambios que se vienen produciendo en el mundo, los cuales se aceleraron “por las múltiples consecuencias de la guerra entre Rusia y Ucrania”.

“En esta nueva globalización”, se afirma “y en el marco de estos últimos acontecimientos, China reafirma sus intereses de liderazgo mundial, que también están relacionados con su posición respecto a América Latina y, por lo tanto, a Brasil y Argentina”.

El documento recuerda cómo anteriormente, durante el último gobierno del FA y a pesar de los esfuerzos realizados, no había prosperado un TLC con China.

“Los hechos permiten afirmar que la postura de China no ha cambiado desde aquel momento”, se enfatiza al tiempo que se afirma que, “en todo caso eventuales cambios estarán relacionados con lo que el Mercosur pueda lograr”.

Finalmente, el texto dedica una breve síntesis del trabajo político actual del Frente Amplio, en particular aquél que se vincula al análisis de “un examen autocrítico que (…) permita comprender la derrota electoral de 2019, así como encontrar los caminos para detectar y corregir los errores cometidos”.

Para Asamblea Uruguay es importante hacer énfasis en tres materias: “la renovación ideológica, la modernización de nuestra estructura orgánica con el objetivo fundamental de acercarla al pueblo frenteamplista y la apertura a la llegada y la acción de nuevos compañeros y compañeras”.

“En estos momentos, al tiempo de trabajar en lo programático, como parte fundamental de su estrategia orientada a cambiar la sociedad junto al pueblo, el FA recorre el territorio escuchando a la gente en una iniciativa que hemos denominado “El FA te escucha”. Es el tipo de tarea imprescindible para construir programa y hacer política por la gente y con la gente”, resalta el documento, que considera que “el proceso de renovación del FA tiene como un componente central la reivindicación de la política como una actividad noble, mediante la cual se puede cambiar la realidad en el sentido del crecimiento con equidad y la libertad”.

Con relación a la forma en que se ha venido desarrollando la política y el relacionamiento entre gobierno y oposición, el texto afirma que “desgraciadamente la política exhibe en estos tiempos fracturas y problemas que van más allá de las diferencias profundas que sin duda hay entre quienes ejercen el gobierno y la oposición frenteamplista”.

“La contraposición de ideas más profunda, la que crea hechos políticos genuinos y logra resultados, es la que se ejerce con altura, con argumentos, sin agravios ni mentiras ni recursos demagógicos. Por eso advertimos con preocupación que, si el sistema político no encuentra el camino de una mayor calidad y construye puentes para coincidir al menos en algunas cuestiones fundamentales de Estado, como algunos grandes temas mencionados anteriormente, el trayecto que el Uruguay deberá recorrer en los próximos tiempos políticos, además de difícil, será doloroso”.

El documento reconoce que “el gobierno ha sido electo para gobernar” y enfatiza que la oposición tiene como papel fundamental el “controlar, criticar y hasta practicar acciones que conduzcan a consecuencias políticas en la propia estructura interna del oficialismo”.

En ese sentido, se concluye reafirmando que “el gobierno no puede pretender que no critiquemos, ni nosotros podemos dejar de analizar las propuestas del oficialismo. Debemos, como sistema político, encontrar el camino de una mayor calidad política y construir puentes, más allá de las naturales diferencias”.

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