Razones de clase: el clasismo a la manera herrerista

Bajo el título: La razón de la sinrazón, Pereira señalaba:

“Estamos cerrando una etapa en nuestra vida como organización que significó un desafío en sí mismo para nuestro movimiento sindical. El próximo viernes estaremos devolviendo, por solicitud expresa, el camping “Vladimir Turiansky” al nuevo gobierno departamental de Rocha”.

El posteo recordaba que “cinco años atrás” se había ofrecido “la posibilidad de administrar un emprendimiento de estas características”.

En su descripción, Pereira relata cómo recibieron el mismo: “nos encontramos con un lugar semi abandonado, con graves problemas estructurales, que requerían de una importante inversión para poder dejarlo operativo”.

La tarea de remodelar, agrega contó “con el esfuerzo de varios sindicatos y sus aportes extraordinarios”.

“Logramos recuperarlo plenamente para el disfrute de todos los trabajadores y público en general”, añade.

Cuando se produzca la entrega del emprendimiento este viernes, nos dice el dirigente sindical, “entregaremos un camping en funcionamiento, con cabañas equipadas, con obras estructurales en materia de cerramiento perimetral, instalaciones sanitarias, red de agua corriente y eléctrica.

Creemos haber cumplido con el compromiso asumido con el ex intendente, Aníbal Pereyra”.

A diferencia de los “argumentos” que maneja el actual intendente de Rocha, con relación a la construcción de un barrio jardín, un eufemismo para no decir privado, en el predio del camping, aludiendo razones “económicas” beneficiosas para la comuna, Pereira afirma:

“Nunca nos planteamos esta posibilidad como un negocio, lo vimos como un proyecto autosustentable, prometiendo que todo lo generado por arriba de los costos sería reinvertido en el mismo lugar. Así fue y así lo recibirán las nuevas autoridades que, suponemos, tendrán definido su destino”.

La decisión adoptada por el intendente Umpierrez, deja, comenta el dirigente “un gusto amargo por la decisión (…) seguiremos luchando por más y mejores derechos, como lo es el de vacacionar en forma digna y decorosa para el trabajador y su familia. En ese camino nos encontrarán”.

Pereira recuerda que, durante esos “cinco años lo tuvimos abierto durante todo el año, salvo cuando el MSP y el Ministerio de Turismo, nos solicitó cerráramos por la pandemia (…) el camping fue utilizado para alojar niños/as provenientes de hogares del INAU, escuelas públicas, precios preferenciales para los artistas y artesanos que trabajan en el lugar (…) se alojaron a precios módicos decenas de miles de trabajadores/as, jóvenes y jubilados”.

“El tiempo será testigo de que nuestra presencia en La Aguada no fue en vano, agarramos una ruina y la devolvemos en condiciones, totalmente operativo. Tanto en las cosas que se ven, cabañas, alambrado, zona de camping, como las que no se ven, pozos de agua nuevos, pozos sépticos nuevos y del tamaño adecuado”, afirma Fernando Pereira.

Finalmente, el posteo culmina señalando, “nos vamos con pena, pero cumpliendo al máximo a lo que nos comprometimos con el ex intendente Aníbal Pereyra y la Junta Departamental, y en la fecha que nos indicó la nueva administración. Las decisiones de este tipo, como la del intendente, surgen cuando los prejuicios pueden más que la razón”.

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