Castillo: “El FA será gobierno y el PCU compromete su esfuerzo para lograrlo”

Discurso de Juan Castillo, secretario general del PCU, en el acto central por el 103 aniversario, este sábado 21 de octubre en la Plaza Mártires de Chicago de Montevideo.

“Nuestro saludo a los amigos, los vecinos, a las compañeras y compañeros, a los queridos camaradas. 

Hacemos nuestras las bien dichas palabras de los compañeros que nos precedieron, de Claudio, Fernando, el mensaje de Carolina, de Graciela. 

Agradecemos las enormes muestras de respeto y cariño de los mensajes que de todos los sectores nos han enviado, de las organizaciones sociales, y de distintas partes de nuestro continente y los más diversos lugares del planeta. 

Nos está tocando vivir una etapa del mundo compleja, difícil, contradictoria, desafiante, por momentos delirante.

Es que el capitalismo ha trasladado su crisis a todo el planeta. El imperialismo norteamericano y sus aliados, no cesan en sus planes devastadores, guerreristas, enceguecidos en su afán dominador.

El mundo está en guerra camaradas, y debemos estar cada día más convencidos de nuestros principios, nuestros ideales, nuestras convicciones y sostener ya no solo la roja bandera de la clase, sino que, con la otra, igual de alto, igual de firme, la bandera de la paz. No queremos la paz de los cementerios, sino la del respeto a la vida, a los derechos humanos fundamentales, a la dignidad humana.

Basta ya de barbarie, basta ya de enviar armas y bombas, hacen falta medicinas, comida, agua, basta de sembrar odio y que se terminen las imágenes en las redes sociales de niñas, niños y adolescentes, de mujeres y hombres inocentes que perecen por culpa de la impotencia de los gobiernos, la avaricia del capital y la codicia del imperialismo. 

Hace pocos días, recordando un nuevo aniversario del asesinato en Bolivia del Comandante Ernesto “Che” Guevara, sentimos que nos volvía a repetir, “en el imperialismo, no se puede confiar ni un tantito así”, y también con la misma serenidad y firmeza, cuando escribía su carta despedida a sus pequeños hijos: “Por sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo, cualquier injusticia, cometida contra cualquiera, en cualquier parte de mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario”.  Hasta siempre comandante.

Compañeros y compañeras: Nuestro partido cumple 103 años, y lo estamos celebrando como mejor sabemos, en las calles, con decenas de actividades, en asambleas, rodeado de compañeros y amigos, con música y alegría, haciendo finanzas y afiliando, con nuestros métodos leninistas de Plan y Control. Lo hacemos estudiando, tratando de ser fieles a una de nuestras principales señas de identidad y de la que estamos orgullosos y orgullosas: militando; organizando, discutiendo y protagonizando las luchas populares junto a nuestro pueblo. En el comité, en el paro, en la huelga, en la olla popular y cuando no tenemos más nada, en el abrazo fraterno al compañero y la compañera. Se pueden decir, y vaya si las han dicho, muchas cosas sobre las y los comunistas uruguayos, pero hay una característica, hay un rasgo distintivo que nadie discute y que para nosotros fue, es y será central: el PCU es un partido de lucha, un partido de militantes conscientes. Como lo fueron tantas y tantos camaradas, que forjaron hasta sus últimos días la unidad de nuestra clase y abrazaron al Partido como Pablo Casartelli y elena Rolandes, a quienes rendimos homenaje con las banderas inclinadas. Honor y gloria a los camaradas que se han ido de esta vida. Ser comunista, es querer ser como ellos, es dar hasta lo último para organizar la lucha, para transformar la realidad, en un sentido revolucionario. 

La historia del PCU

¿Qué fue ser comunista hace 103 años? Fue tomar partido contra la explotación, contra las injusticias. Fue hacerse cargo de tres compromisos que se unieron en el nacimiento del PCU: 

El primero, el internacionalismo. Concebir la liberación de nuestro país integrada al proceso de la emancipación humana. La identificación con la Revolución de Octubre, el primer intento triunfante de las y los oprimidos por gobernarse a sí mismos. Más adelante, en la solidaridad internacionalista con la República Española, en la lucha contra el nazismo y el fascismo, es estar comprometidos y ser solidarios con Cuba, con Vietnam, con Nicaragua en la lucha contra Somoza, con Angola, con las y los pueblos del mundo que luchan por ser libres. Y el antimperialismo militante. 

El segundo, es el rescate del contenido popular de la revolución artiguista y el compromiso de llevarla a término.  No el Artigas del bronce o del frío mármol, que recuerdan tres veces al año. Abrazamos a Don José Artigas el de la Reforma Agraria y el de la tierra para el que la trabaja, de “sean los orientales tan ilustrados como valientes” y al de “mi autoridad emana de vosotros y cesa ante vuestra presencia soberana”. Reafirmamos así, nuestro irrenunciable patriotismo.

El tercero, la búsqueda de hacer pesar más la perspectiva de las y los trabajadores en nuestro país, y con ellos la de los sectores populares. Y para lograrlo, dotarlos de una herramienta de lucha política, la forma más elevada de la lucha de clases, y transformarlos en protagonistas independientes de la política nacional.

¿Qué era ser comunista en 1955, en nuestro XVI Congreso? Fue ponerse la tarea de analizar la realidad nacional, sus bases materiales, su composición de clases, trazar una ruta teórica para su transformación, una estrategia, una táctica y construir una herramienta organizada para llevarlas a la práctica, un gran Partido Comunista. Rodney Arismendi, que encabezó un colectivo de dirección que generó un salto en calidad en ese proceso de construcción revolucionaria, resumió ese camino de forma precisa y sencilla: “una línea unitaria y de masas”.

¿Qué significaba ser comunista en las décadas del 60 y el 70 del siglo XX? Fue llevar esa elaboración teórica y política a la práctica y militar la construcción de la unidad política y social del pueblo. Ese planteo y objetivo central que se hizo patrimonio de miles y con su acción transformó la sociedad. Esa militancia que tuvo como resultado la unidad de las y los trabajadores en una sola central, la CNT, hoy PIT-CNT, para orgullo de nuestra clase y nuestro pueblo. La unidad de los trabajadores con las capas medias, en particular con las y los estudiantes y la intelectualidad. La construcción de la unidad de la izquierda, primero en el FIDEL y luego en el Frente Amplio, esa formidable herramienta política de nuestro pueblo, expresión de unidad en la diversidad.

La resistencia a la dictadura

¿Qué fue ser comunista cuando el golpe de Estado y la dictadura fascista? Fue resistir, fue defender la democracia y la libertad, fue no rendirse, jamás; fue encontrar los caminos para luchar, cada día y abrir caminos para la derrota del fascismo, de la dictadura que fue parte de la contraofensiva del imperialismo y las oligarquías para cortar de raíz los procesos de acumulación de fuerzas populares en nuestros continentes y en nuestro país en particular. Graciela recién nos recordaba los 50 años de la Huelga General, esa epopeya democrática heroica de nuestro pueblo, de las y los trabajadores, los estudiantes, en la que las y los comunistas estuvimos en la primera línea de la defensa de la democracia y la libertad. 

Pasaron tantas cosas en estos meses que parece que fue hace un siglo, pero no, fue hace pocos meses que conmemoramos los 50 años de la Huelga General y los 40 años del 1° de Mayo de 1983 y de la marcha del Estudiante, que marcaron el comienzo de la ofensiva de masas para derrotar al fascismo y recuperar la democracia. Organizar esas luchas y protagonizarlas fue parte fundamental de ser comunista hace 50 y 40 años atrás. No solos, claro, nada de esto lo hemos hecho solos, sino como parte de la unidad del pueblo y de los sectores democráticos, pero si reivindicamos con indisimulado orgullo, que hemos estado siempre y en primera fila. 

Alto al fuego inmediato en medio oriente

¿Qué es ser comunista hoy? Es abrazar las luchas de nuestro pueblo, es construir la unidad social y política del pueblo, la principal conquista estratégica para el hoy y para la perspectiva revolucionaria, es organizar la respuesta a las demandas urgentes de nuestro pueblo, las del hoy, es organizar lucha y levantar perspectiva, es defender y fortalecer al Frente Amplio, al PIT-CNT y a todas las organizaciones populares. Nosotros lo decimos, de forma más precisa: Es fortalecer el bloque histórico, político y social, democrático y radical de los cambios. Es abonar en el sentido de cambiar la correlación de fuerzas, conscientes que hay alternativa al capitalismo y al neoliberalismo y esta sigue siendo el socialismo.

Ser militante comunista hoy es condenar la violencia y el baño de sangre en Oriente Medio. Es no dejarse intimidar por las campañas en contra y los ataques para defender una posición de principios. Hemos expresado nuestra posición, desde el primer momento, en un comunicado público y luego hicimos nuestros los comunicados del Frente Amplio y del PIT-CNT. Hicieron cola para criticarnos e insultarnos, a tal punto que, por momentos, parecíamos nosotros los responsables. 

Pues lo vamos a repetir fuerte y claro una vez más: Condenamos la violencia de Hamas, su acción terrorista contra la población civil, y nos solidarizamos con las víctimas y sus familias. Y con la misma firmeza, también condenamos la respuesta del Estado de Israel y su gobierno, que es una venganza anunciada contra un pueblo entero, que lleva ya miles de muertos, muchos de ellos mujeres y niños, ataques como los recientes a un hospital y una iglesia. Esto es además parte de una práctica histórica de Israel, como Estado, contra la población palestina, ocupando sus territorios, segregando y reprimiendo, sometiendo a un pueblo entero a la humillación y a vivir en condiciones inhumanas. 

El único camino posible es el inmediato alto al fuego, la habilitación de la ayuda humanitaria a Gaza y su gente, la búsqueda de un camino de paz, que pasa por el reconocimiento a los dos Estados, a las fronteras de 1967 y el respeto del gobierno de Israel a las resoluciones de la ONU. 

Reclamamos también que el gobierno uruguayo deje de una vez su alineamiento con los EEUU y aporte en la búsqueda de la paz y a parar la masacre en Gaza y Cisjordania. Y saludamos todas las expresiones e iniciativas populares como la marcha de ayer hacia la Torre Ejecutiva y el mural que se acaba de pintar en Avda. Italia y Bulevar Batlle y Ordoñez, por la Brigada Di Pascua y por varias colectividades y organizaciones, sectores, dirigentes.

El gobierno de la desigualdad y la corrupción

Ser comunista hoy en Uruguay, es evidenciar en cada lucha, en cada discusión, que hay dos proyectos de país en pugna. El del bloque de poder, con expresión en la coalición de derecha en el gobierno, con cara de Lacalle Pou, que implica más desigualdad, concentración de la riqueza y del poder, deterioro democrático y aumento de la dependencia del imperialismo. Y, por otro lado, el del bloque de los cambios, que, a grandes rasgos implica desarrollo productivo con justicia social, con distribución de la riqueza, igualdad, profundización democrática y soberanía e independencia en nuestra inserción en el mundo.

Ser comunista hoy en esta etapa es enfrentar el ajuste neoliberal del gobierno de derecha, el gobierno de la desigualdad, hay más pobres hoy que en 2019; según los datos de este último semestre la pobreza infantil está en 20,9%; nos van a querer decir que al final del período el salario va a estar más o menos igual que en 2019, lo que no dicen es que durante tres años y medio los salarios y las jubilaciones cayeron con respecto a la inflación y eso no se recupera más; al mismo tiempo crecieron las cuentas bancarias, las ganancia de los bancos y los depósitos en el exterior crecieron en miles de millones de dólares.

Ese es el resultado principal de tres años y medio de gobierno de derecha: Uruguay es más desigual. Esto ha sido acompañado de prácticas históricas de la derecha que han generado una serie de escándalos: en el caso de la entrega del pasaporte al narcotraficante Marset, en la entrega del puerto, la espía a los compañeros senadores Mario Bergara y Charles Carreras, los pasaportes falsos y corrupción de Astesiano. La joda y el acomodo en Salto Grande. La explotación sexual de niños y adolescentes que en vez de protegerlos de inmediato, salieron a confiar en el amigo y desconfiar en la justicia. Y también se expresa en la creciente Inseguridad en los barrios, en el incumplimiento de las promesas por las que le pidieron el voto al pueblo, asegurando que iban a vivir  “los mejores 5 años de su vida”, en la demagogia de que iban a construir 50 mil viviendas, o como el aumento de los combustibles, las tarifas públicas, la carestía de la vida. Recién van tres años y medio y ya se podrían ir.

Ser comunista hoy es encabezar las luchas de nuestro pueblo: como en la epopeya democrática contra la LUC; en los Consejos de Salarios los convenios colectivos y avances conquistados, entre otros gremios por el SUNCA, la FUS y la UNTMRA; en las movilizaciones contra la impunidad y por Verdad y Justicia, siempre, pero especialmente cada 20 de Mayo, con un silencio ensordecedor; contra la Rendición de Cuentas; es preocuparse y denunciar el crecimiento de la violencia en los barrios. Es resistir y luchar contra la liquidación de las empresas públicas como Antel, Ancap, Ute y Ose.  Es marchar en defensa de la Universidad y de la educación pública. Es participar activamente en las marchas comprometidas y que luchan desde la alegría, del 8 de Marzo y de la Diversidad en setiembre.

El Plebiscito y la reforma jubilatoria

Ser comunista es continuar la lucha contra la reforma Jubilatoria votada e impuesta por las patronales y el gobierno de derecha. La reforma jubilatoria del gobierno, que todos en el movimiento popular y en el Frente Amplio rechazamos, es regresiva, hace que tengamos que trabajar más años y aportar más, para cobrar menos jubilación, carga todo el costo sobre los trabajadores y al único que beneficia es al capital financiero, en especial a las AFAP. La reforma jubilatoria es un elemento central del ajuste neoliberal del gobierno de derecha, con un impacto estimado de unos 2 mil millones dólares. Debíamos encontrar caminos para darle continuidad al acumulado popular de rechazo a esta reforma. Desde el movimiento social, en particular el PIT-CNT, FUCVAM y otras organizaciones sociales, han promovido una campaña de recolección de firmas, para habilitar un Plebiscito, para introducir en la Constitución frenos a esta reforma regresiva contra las y los trabajadores. 

Nosotros hemos definido que apoyamos esa iniciativa, aún teniendo diferencias que no ocultamos con el contenido de la papeleta, pero es la definición que adoptó el movimiento popular y las y los comunistas vamos a juntar firmas y vamos a pelear para lograr el Plebiscito sobre la seguridad social. Ya estamos juntando firmas acá mismo y comprometemos nuestra militancia en ello. 

En el Frente Amplio hay posiciones diferentes sobre este Plebiscito y también hay un planteo, que todos apoyamos de promover un diálogo social si ganamos el gobierno. Nosotros no los vemos como caminos contradictorios, y trabajaremos porque construir una síntesis política y social con ellos. En ese sentido saludamos la síntesis unitaria resuelta en el último Plenario del Frente Amplio, expresada en los documentos aprobados. Esta campaña del plebiscito nosotros la vemos y la haremos polemizando con la derecha, contra su proyecto de país y su expresión en la Seguridad Social. 

Los dos programas de país

Ser comunista hoy en Uruguay es elevar al plano programático, la lucha contra el bloque de poder y contra la derecha en el gobierno, es construir, con todas y con todos, la alternativa política. A eso apuntó la primera instancia del III Congreso del Pueblo y en esa dirección militamos hacia el Congreso del FA en diciembre, en especial en la discusión en los Comité de Base, de las Bases Programáticas. Tres tareas surgen hacia el congreso que llevará el nombre de Tabaré Vázquez: el fortalecimiento de la unidad más amplia de partidos, sectores y movimiento frenteamplista; el Programa construido desde las bases para retomar la senda de un país con justicia social y mejorar la distribución de la riqueza y, finalmente, la habilitación de las precandidaturas, que entusiasmen y movilicen, que contribuyan a llevar a la práctica esa perspectiva. 

Con Carolina Cosse, el FA y la 1001

Para nosotros y nosotras, las y los comunistas, quien reúne esas condiciones es la compañera Carolina Cosse, y junto a otros sectores, personalidades y militantes frenteamplistas independientes, comprometemos militar con alegría y convencimiento, para lograr que sea la candidata de todo el FA y la próxima presidenta de la República. Pero si esto no fuera así, si el resultado de las urnas en las internas fuera por otro compañero, mantendremos el mismo entusiasmo y compromiso, porque importa más el proyecto, porque el programa será el mismo y porque es más importante devolverle la alegría y los derechos a vivir mejor de nuestro pueblo. Que nadie dude un instante de esto. También es, una fuerte campaña de la 1001, nuestra querida 1001, impulsando a nuestras y nuestros mejores compañeros y desplegando el esfuerzo en todo el país para contribuir a una gran victoria del Frente Amplio, con una gran votación de la 1001.

El objetivo central de la etapa

Ser comunista hoy en Uruguay es tener la sonrisa y el compromiso, la energía y lucidez de camaradas como la maestra Nilda Iglesias, del actor Pepe Vázquez, de Lille Caruso y su incansable búsqueda de la verdad, del querido Canario Maldonado en las calles del Cerro repartiendo El Popular, del ex rector de la UdelaR, Roberto Markarian, de doña Yoya Pintos en Tranqueras, del Tilo Chácharo de Salto, entre tantos referentes.

Ser comunista hoy en Uruguay es comprometerse, una vez más, con lo que hemos definido en nuestro XXXII Congreso como el objetivo central de la etapa: “Levantar la bandera de la esperanza, y hace un llamado a la unidad, a promover la lucha, a organizar la ofensiva popular que nos permita enfrentar la restauración conservadora, derrotarla, reconquistar el gobierno nacional para el pueblo con el Frente Amplio, con un bloque político y social de los cambios más fuerte, con más peso e incidencia, para avanzar en democracia hacia una democracia avanzada”. 

Ese es nuestro gran objetivo, porque lo necesita nuestro pueblo, porque es posible, porque se hace urgente. Por eso compañeros y compañeras las y los convocamos a no mirar para el costado, a tomar partido. Necesitamos a las y los más honestos y más humildes, a los intelectuales y al trabajador del arte y la cultura, precisamos al obrero y al jubilado, al cuenta propista, al pequeño y mediano productor y comerciante, a las y los jóvenes. A todas y todos los invitamos a ocupar un lugar en las filas del Partido Comunista. Parafraseando a un gran compañero; No te rindas, no bajes los brazos, no te guardes nada, si no tenemos más nada que perder, salvo las cadenas.  El poeta y escritor español Marcos Ana, luego de estar 23 años preso y torturado por la dictadura facsista de Franco, al salir de la cárcel escribe un libro titulado Vale la Pena Luchar, y en el último párrafo, cuenta que varias veces le han preguntado “si seguirá siendo comunista, y yo siempre respondo, si usted me ofrece algo mejor, lo pensaré”.   

Llegó la hora de tomar partido. Tomá partido por la esperanza. Nos queda un año y una semana para construir una gran victoria popular. Depende de nosotros, no de las encuestas, depende de nuestra militancia, de todas y todas, que eso se haga realidad. 

El Frente Amplio será gobierno y el PCU, hoy en este acto, compromete todo su esfuerzo, con más unidad, más organización y más lucha, que daremos lo mejor de nosotros cada día, para lograrlo.

Hasta la Victoria siempre camaradas.

Viva la unidad del pueblo uruguayo.

Que viva el Frente Amplio y que viva el Partido Comunista de Uruguay”.

Fotos de Lucía Mansilla. EL POPULAR.

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